¿Has oído hablar de la sarcopenia? Quizás el nombre no te diga nada, pero es un proceso que todos los seremos humanos atravesamos en la vejez.

Se trata de la pérdida de masa muscular, lo que provoca un debilitamiento en el rendimiento físico, discapacidad y, en muchas ocasiones, pérdida de la independencia.

Si bien es una característica propia del envejecimiento, este proceso puede llegar antes de lo previsto si no nos cuidamos. De hecho, el sedentarismo y la obesidad son factores que inciden en su aparición temprana.

De acuerdo a Andrés Combalía, especialista en cirugía ortopédica y traumatología, señaló al portal español La Vanguardia que es obligación realizar ejercicios de fuerza a cierta edad. Y dicha edad es a los 30 años.

Lo anterior, ya que según explicó el doctor Ricardo Losno, la masa muscular comienza a disminuir gradualmente entre un 3% y un 8% cada década a partir de los 30 años, proceso que se acelera a los 60.

Pese a esto, Losno apunta que la actividad física no debe comenzar justo a los 30 años y que, idealmente, se debe comenzar mucho antes. Sin embargo, si ya tienes esta edad o más, una buena idea es enfocar los ejercicios en una rutina que contemple el fortalecimiento de los músculos.

“Se necesita un plan de trabajo regular, y no ejercicios esporádicos, no planificados y aleatorios, que no ayudan a alcanzar los objetivos de los pacientes”, agregó el doctor, según consignó BioBioChile.

No todo es pesas

Para fortalecer tus músculos no necesitas estar siempre levantando pesas de 40 kilos, ni tampoco debes estar inscrito en un gimnasio para usar maquinas carísimas.

La idea es comenzar de forma moderada avanzar gradualmente, explicó Combalía. “Poco a poco, mancuernas de 500 gramos y luego ir subiendo, por muy fuerte o por muy deportista que uno se sienta”, afirmó.

Sobre este tema, Bryant Johnson, entrenador físico y exmilitar estadounidense, detalló en su libro The RBG workout que para fortalecer los músculos las pesas no son fundamentales.

Por último, Johnson añadió que las flexiones, sentadillas y planchas —que puedes hacer en tu casa— también ayudar a lograr el objetivo.