El confinamiento como medida para detener el avance del coronavirus en el mundo ha significado un desafío para la mayoría de las personas, que por obligación han debido adaptarse a esta nueva rutina.

Estos cambios han generado un impacto tanto a nivel físico como emocional, haciendo que las personas se sientan más cansadas, con ansiedad y problemas para dormir.

Según la psiquiatra Natasha Bijlani del Priory Hospital Roehampton (Reino Unido), el término médico para referirse a la sensación de cansancio prolongado es “inercia de sueño“.

Las personas afectadas se sienten somnolientos y tienen dificultad para pensar con claridad y se sienten desorientados por un período de tiempo luego de haberse despertados”, explicó al medio británico Independent.

Según consignó el medio, los especialistas indican que existen dos factores fundamentales que inciden en esta sensación durante el confinamiento por COVID-19:

1. La ansiedad debido al consumo excesivo de noticias:
Las cifras de contagiados y fallecidos generan en los individuos una “sensación de catástrofe” sin solución, afectando directamente su ánimo.

2. La poca exposición al sol:
De acuerdo al académico de medicina del sueño de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Carlos Espie, el poco sol influye en la capacidad de respuestas a cualquier estimulo.

Por las noches el organismo produce una hormona llamada melatonina que induce el sueño. Ésta “reduce su expresión hacia la mañana y se apaga con la luz, de modo que si las personas no se exponen a la luz por las mañanas como lo hacen normalmente cuando van a la escuela o al trabajo, es probable que tengan una mayor propensión a la somnolencia, especialmente a media mañana”, explicó Espie.

Cuatro recomendaciones para sobrellevar el cansancio:

1. Rutina escrita: que indique las actividades a realizar durante todo el día, incluyendo las necesidades de sueño que tenga la persona en particular, así como siestas y dormir en la noche.

2. Tomar luz solar por las mañanas: así el cuerpo tendrá las energías necesarias para hacer las actividades diarias.

3. No forzar el sueño: sobre todo durante este periodo. El proceso debe ser natural, como una “respuesta automática” del cuerpo al sentir cansancio.

4. Desconectar los aparatos tecnológicos a la hora de dormir: en vez de utilizar estos dispositivos, los profesionales recomiendan relajarse con meditaciones, baños calientes o leyendo libros.