Recientemente Amazon Prime Video lanzó su nuevo reality show Making The Cut. Un espacio que responde, básicamente, a la misma premisa con la que debutó en 2004 Project Runway a cargo de la productora Bravo.

Tan similares pueden ser en estructura, que incluso el nuevo programa se llevó la dupla dorada de aquel show de moda: Heid Klum y Tim Gunn. No obstante, antes de su estreno hace un par de semanas, Netflix hizo lo suyo dos meses antes con Next In Fashion a cargo de una nueva pareja televisiva: Alexa Chung y Tan France (Queer Eye).

Y aunque se traten, esencialmente, de lo mismo, ambos programas de moda y diseño tienen pequeñas diferencias que vale la pena comentar, y así decidas cuál ver (en el caso que no sepas de lo que estamos hablando).

Animadores

Primero, necesitamos referirnos a las duplas que conducen el espacio. Mientras Heidi y Tim funcionan a la perfección como anfitriones, debido a los más de 15 años trabajando juntos; Alexa y Tan aportan un toque de frescura y dinamismo en un formato en el que se necesita debido a la presión de los diseñadores por sacar adelante su marca. Eso sí, el rostro de Queer Eye (también de Netflix) parece esforzarse demasiado en su rol, perdiendo cercanía con los participantes.

Punto aparte es el agudo sentido de la moda de la británica y su chispeante personalidad que la convierte en un rostro cálido sin perder seriedad y profesionalismo.

Jurado

En la mayoría de estos programas existe un jurado estable y un par de invitados que van cambiando semana a semana. En el caso de la apuesta de Netflix, se optó simplemente por tener jueces rotativos, los que sin duda elevaron completamente el nivel del programa, pues son personas que saben de lo que hablan y con éxito probado.

Tommy Hilfiger, Christopher Kane o Prabal Gurung, fueron algunos de los que pasaron por el reality. Eso sí, la directora de Alianzas de Moda de Instagram, Eva Chen, estuvo presente en varios episodios, entregando un valioso aporte a los diseñadores, en cuanto a la perspectiva de las redes sociales y el diseño de moda.

El ‘problema’ de este formato es que ningún juez, a excepción de los anfitriones, pudo estar al tanto del desarrollo de principio a fin de sus participantes y, por ende, tampoco se pudo rastrear su progreso en el tiempo, ya que cada uno evalúa lo que ve en el momento.

Por su parte, Making The Cut, se fue por la opción más segura, un jurado estable y de alto impacto: La supermodelo Naomi Campbell, la exeditora de Vogue Francia Carine Roitfeld, el diseñador Joseph Altuzarra, y Nicole Richie de The Simple Life y dueña de House of Harlow 1960.

Este panel es de primer nivel y constantemente entrega críticas agudas, certeras y constructivas, pero conforme avanzan los capítulos, quizá se vuelve un poco monótono y aparecen los primeros ‘favoritos’ de los jueces. Eso sí, en medio de la temporada surgen algunas sorpresas.

Desarrollo general

Si bien las colaboraciones son vitales en la industria de la moda, Next in Fashion apostó en demasía por esto. Desde un comienzo dividieron a los 18 concursantes en duplas y recién al capítulo siete se separaron y, de paso, comenzamos a entender algunas visiones individuales de los diseñadores finalistas, por lo que no todos tuvieron la oportunidad de compartir su propio discurso.

Un aspecto que aporta dinamismo al espacio, es el de los consejos de Alexa y Tan, titulados ‘trucos’ y ‘consejos’, que van desde cómo usar una prenda básica a cómo ahorrar en trajes de hombres.

Además, podemos ver el ‘detrás de escena’ de cómo se arma una pasarela, la misma que va cambiando capítulo a capítulo, creando una experiencia desconocida, hasta ahora, para los fanáticos de este tipo de shows.

En el caso de Making The Cut, resulta gratificante ver cómo la producción tomó un aspecto familiar como el de los archiconocidos presentadores, para a partir de eso generar nuevos momentos. Partiendo porque la competencia se desarrolla en tres lugares (bendito presupuesto).

Los diseñadores comienzan la aventura en París (Francia) para luego dirigirse a Tokyo (Japón) y terminar en Nueva York (EEUU)

En estos lugares, Heidi y Tim disfrutan de ciertos pasatiempos que poco y nada tienen que ver con la consigna del programa. Son algo como “citas” que intentan ser divertidas pero terminan siendo más bien un poco incómodas para los que no son tan fanáticos de la dupla.

La fotografía en exteriores como la Torre Eiffel o el Louvre nada que decir. Sin duda te envuelve y te convence que estás viendo un programa de moda.

Lamentablemente, sin juzgar la calidad de los participantes en profundidad, hasta ahora la mayoría de los concursantes no ha cumplido a cabalidad con las exigencias o, al menos, no han sido tan arriesgados como para creer que alguno de ellos estará detrás de la nueva marca global de la moda, sobre todo porque es un millón de dólares lo que se ofrece como premio final.

Entonces ¿cuál te recomendamos ver? ¡Pues ambos! Y luego nos cuentas.