Los drásticos cambios de temperatura han estado presentes en estos últimos meses, provocando que la piel se vea afectada por diferentes factores. Que una semana haga calor y que el otra esté más fría, incide directamente en esta parte del cuerpo humano y por lo mismo debemos tener un especial cuidado.

Las condiciones climáticas suelen afectar el estado de nuestra piel. Estar cambiando tan radicalmente del frío al calor produce cambios que no nos favorecen. Saber cómo el clima afecta a la piel es muy importante, dado que así podrás tomar acciones preventivas para el cuidado ideal.

“Esto constantes cambios, pueden producir manchas como léntigos solares o queratosis, además de aumentar el daño solar y la formación de arrugas”, explicó el doctor Martín Rampone, especialista en medicina estética.

Por ello, la protección del cutis debe estar dentro de las medidas de seguridad a considerar en tu rutina.Por lo anterior, el doctor Rampone entregó cuatro recomendaciones para cuidar la piel y evitar daños graves producidos por el sol, el frío y el viento:

Limpiar el rostro dos veces al día

“Tanto en la mañana y como en la noche se deben utilizar productos de limpieza facial acordes al tipo de piel de cada persona, ya sea mixta, grasa, seca o sensible”, afirma Rampone.

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Hidratar

El viento y el calor también son factores que dañan la piel, ya que la deshidratan, haciendo que se descame y agriete.

Estas consecuencias pueden agravarse en pieles sensibles o con rosácea, ya que tienden a deshidratarse más. El especialista en medicina estética señala que para evitar estos daños, se deben aplicar cremas hidratantes o consumir alimentos que contengan un porcentaje significativo de agua.

Aplicar bloqueador solar 30 minutos antes de exponerse al sol

“En caso de realizar deporte con la misma frecuencia que en la playa, se debe optar por un protector FPS+50 y aplicarlo cada 3 o 4 horas. Esto va a evitar que la piel se dañe”, aconsejó el especialista.

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Usar vestimenta adecuada

Es importante revisar antes el clima y saber bien cómo estar vestido y enfrentar el día a día.