Según cifras entregadas por el Ministerio de Salud, en Chile cerca del 30% de la población menor de 15 años sufre de obesidad, una cifra impactante si consideramos los riesgos que puede conllevar esta situación.

La actividad física en los niños puede ser desarrollada a través de juegos, lo que es determinante para prevenir enfermedades cardiovasculares en el futuro, donde uno de los factores de riesgo de este tipo de cuadros en la adultez es, en gran medida, la obesidad.

El doctor Javier Gárate, cardiólogo y Jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de Clínica RedSalud Vitacura, advirtió que es importante disminuir desde temprana edad aquellos factores que, en la adultez, pueden provocar infartos, miocardiopatías, accidentes cerebrovasculares, entre otros.

El profesional sostuvo que “los niños en general tienen riesgo de infarto muy mínimo, pero eso no significa que hay que descuidarse. Ello porque si ese niño mantiene la obesidad y a los 14 o 15 años empieza con tabaquismo, con un sedentarismo al punto de pasar todo el día frente al computador o con videojuegos, y si a eso además le sumamos factores genéticos, indudablemente va a tener mayor riesgo de infartarse”.

Según datos entregados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 80% de las enfermedades prematuras asociadas a problemas cardiovasculares podría evitarse si se cambian los hábitos sedentarios, se deja el tabaquismo y se trabaja en una alimentación saludable.

“Siendo realistas, nosotros no podemos prohibirles a los niños comer una hamburguesa de vez en cuando. Lo que no debe ocurrir es adoptar una cultura culinaria basada en este tipo de alimentos y en Chile tenemos un amplio menú al que podemos recurrir”, afirmó el cardiólogo.

“Si un niño se mantiene sedentario a lo largo de su niñez y adolescencia, podría convertirse en un adulto obeso, que sin duda va a tener un gran factor de riesgo en el futuro”, concluyó.