Antonia Uribe tiene 19 años y, lamentablemente cuando tenía 16, de un día para otro fue diagnosticada de una grave enfermedad neuromuscular.

A principios de 2016, se dio cuenta que no podía abrir las botellas de bebida e incluso le pesaban los brazos para lavarse los dientes, hasta que un día simplemente se cayó de rodillas.

En un reportaje, señaló que tuvo que dejar de bailar junto a su hermana, actividad por la que eran conocidas, ya que su cuerpo no reaccionaba. Ella ni siquiera se podía rascar los ojos si le picaban. “Me sentía atrapada en un cuerpo que no era el mío, porque yo siempre he sido hiperactiva, entonces tuve que cambiar mi vida por completo”, indicó.

En su fiesta de cuarto medio, Antonia estaba en silla de ruedas y como no podía bailar el vals, su padre le dijo que se levantara y él con fuerza la tomó y la empezó a mover de un lado a otro. “Yo no hice nada más que abrazarlo y llorar, me ayudó a sentir que estaba bailando aunque no estaba haciendo nada. Eso me ayudó a enfrentar que yo estaba viviendo cosas diferentes a mis compañeros. Tuve que aprender a vivir con eso y a pensar siempre positivo”, expresó.

La familia completa se presentó en el escenario y fueron entrevistados por Luis Jara, donde compartieron su dura experiencia: “Yo saco mi fuerza principalmente de Dios, yo creo mucho en él y del día uno yo le entregué toda mi enfermedad a él. Yo dije, ‘que se haga su voluntad’. Dios me da la fuerza a mí, a mi familia a mi mamá y a mi papá”, dijo Antonia.

Su madre, Katyuska lloró tras reconocer la tristeza de ver que su hija no puede salir sola a la calle porque hay veredas mal cuidadas y espacios en los que Antonia no puede entrar.

“Ella quiere bailar y no hay una sola discoteque que tenga un acceso para ella y ella lo puede hacer, porque aquí hay un montón de niños que disfrutan bailando y ella también lo quiere hacer. Pero siento que hay un egoísmo tan grande que cuando eso se termine, cuando empecemos a mirar al otro y nos demos cuenta que somos afortunados, las cosas van a cambiar”, dijo Katyuska entre sollozos.

Sus palabras calaron hondo en el público asistente que de manera espontánea le brindó un fuerte aplauso y por supuesto, también emocionó a los presentes.

Su testimonio sensibilizó a Luis Jara quien no pudo aguantar la emoción tras dar a conocer la dura historia.

Pero eso no fue todo, ya que además el animador la invitó a ponerse de pie para demostrar el gran avance que ha tenido desde que es atendida por los profesionales de la Teletón.

Sin duda se transformó en uno de los momentos más emocionantes de la jornada y algunos de los que se vieron afectados fueron Pancho Saavedra, Cata Vallejos y Angélica Castro.

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