Anthony Howard-Crow es un asesor nutricional de 32 años que asumió un riesgoso desafío durante 100 días, con el objetivo de reafirmar una curiosa teoría.
Se trata de una dieta un tanto extrema y que consistía en consumir grandes cantidades de helado durante ese tiempo. Específicamente 2 mil calorías diarias, más otras 500 obtenidas de un suplementos proteico y alcohol.
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A través de esta curiosa dieta era demostrar que “básicamente no importa lo que comas y que no hay malos alimentos para una dieta”, pues la clave está en perder más calorías de lo que se consumen, independientes de dónde provengan. Además, jamás dejó de beber alcohol durante el periodo del desafío. “Muchas personas piensan que no se puede beber alcohol mientras estás perdiendo peso, pero eso no es cierto“, señaló a Metro.us.
Para la sorpresa de muchos, el resultado que obtuvo Anthony, oriundo de Colorado, Estados Unidos, fue perder 15 kilos. ¿La clave? Para él fue simplemente no dejar nunca de realizar ejercicios, pese al extremo cambio que hizo en su dieta durante más de tres meses.
Starting to fill out my shirts again, finally.
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No obstante, su régimen ha despertado varias críticas de profesionales relacionados a la salud, una de ellas es la nutricionista Theresa Shank, quien aseguró que Howard-Crow está entregando un mensaje poco realista y que su plan no sería más que una versión más de la moda de dietas restrictivas.
“Uno de estos problemas que me encuentro con mis pacientes, es que a menudo existen muchos más factores en su estado de salud que solo la comida. Y es que cuando se trata de perder peso y mantener un estilo de vida saludable, la mayoría de ellos reconoce que existe un fuerte comportamiento mental y emocional en su comportamiento, lo que significa que si no aprenden sobre cómo alimentar su organismo usando la mentalidad de ‘todo con moderación’, volverán a caer en los mismos patrones de decisiones que los llevaron a sus problemas de salud anteriores”, indicó la especialista al medio estadounidense.
Por último, agregó que al centrarse sólo en lo que consumimos, no estamos apuntando a la fuente del ‘problema’, sino sólo a un ‘síntoma’, por lo que este tipo de dietas no son realmente efectivas a largo plazo. “Pueden funcionar para perder peso inicialmente, pero cuando haces un pequeño cambio fuera de ese estricto régimen, puedes vivir momentos difíciles, pues estas dietas no duran mucho tiempo porque no son realistas, lo que quiere decir que no es sostenible en el tiempo“, remató.
