El caso de Hamish Robinson sin duda quedará escrito en los libros de medicina. Esto porque este niño de 10 años fue diagnosticado con una situación nunca antes vista: tiene uno de sus riñones alojado en una pierna.

El menor oriundo de la ciudad de Manchester, Inglaterra, vive actualmente con este órgano en su muslo derecho, producto de una rara mutación genética. Esto le generó un riñón ectópico, que significa que este no se encuentra en el lugar que le corresponde.

Según lo consignado por el portal británico Daily Mail, este caso le ocurre a una de cada 900 personas. Sin embargo, la situación de Hamish sería aún más extraña, ya que nunca antes se había registrado que alguien no poseyera el cromosoma 7p22.1, que fue lo que provocó todo. Por lo mismo, los médicos ingleses bautizaron esta mutación como ‘síndrome de Hamish’, justamente en honor al menor.

Dentro de los detalles llamativos del ahora síndrome, es que si bien ambos riñones se encuentran en lugares distintos, los dos funcionan sin problemas. Ahora bien, al ser un caso inédito, los doctores no sabe cómo proceder, y eso es lo que más teme la familia Robinson.

“Hay que vigilarlo. Esto es lo que lo hace tan difícil, porque los médicos no saben lo que podría surgir, tenemos que lidiar con lo que se nos viene”, explicó Kay Robinson, la madre del niño.

Pese a que los riñones funcionan bien, Hamish ha sufrido otros tipos de inconvenientes: sólo puede escuchar por un oído, tiene problemas de ataques asmáticos severos, de aprendizaje, en su columna vertebral, y además necesita de una computadora de voz para poder hablar. Todo producto de la ausencia del cromosoma antes mencionado.