Muchos buscan la mejor manera de hacer sentir mejor a su cuerpo y cerebro. Algunos van al gimnasio, otros practican yoga, varios optan por una alimentación saludable, para así cumplir con esta máxima.

Desgraciadamente, y siendo también realista, no todos tienen (o no se hacen) el tiempo para mejorar cómo nos sentimos, pese a esto, hay una forma de poder conseguirlo.

Diez minutos de ejercicio leve, cada día, sirven para empezar a ayudar a nuestro cerebro, para que ciertas partes puedan comunicarse entre sí y de esa forma, haya un avance en el funcionamiento de la memoria, por ejemplo. Así al menos se explica en un reportaje publicado por el portal estadounidense The New York Times.

Varios estudios citados en esta nota, explican que un ejercicio constante, no prolongado, ni intenso, beneficia directamente a nuestro cerebro. Por ejemplo, una caminata real (no yendo al trabajo) por el tiempo antes mencionado, sería de gran ayuda para nuestro organismo.

Investigadores de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah, estudiaron a un conjunto de ratas divididas en dos grupos: uno que se ejercitaba en ruedas o caminadoras, y otro completamente sedentario. Los resultados arrojaron que el primer grupo tenía un mejor desempeño en las pruebas de aprendizaje y memoria, al contrario del otro, que no tuvo modificaciones.

Si bien se explica que es muy complejo comparar resultados de ratones con los de humanos, sí sirve como base para otros estudios que han determinado que un periodo breve de ejercicio nos puede ayudar a concentrarnos y aprender mejor, en vez de quedarnos quietos por largo tiempo.

Pixabay (cc)
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De hecho, científicos de la Universidad de California y la Universidad de Tsukuba en Japón evaluaron a un grupo de 36 de los estudiantes, a los que sometieron a una sencilla prueba física: pedaleos en bicicleta estática por 10 minutos. Tras hacer esto, los sometieron a una prueba de memoria, en la cual los que se habían ejercitado tuvieron un mejor rendimiento en relación a los que no.

“Fue emocionante ver que esos efectos se dieron tan rápido y después de tan poco ejercicio”, dijo Michael Yassa, director del Centro para la Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la Universidad de California.

En este sentido, el autor principal del estudio explicó que para mejorar nuestro rendimiento cerebral, no es necesario pasar semanas haciendo ejercicio, algo leve y constante, se puede lograr. Y ojo que estamos hablando de ayuda para nuestro organismo, no la búsqueda de bajar de peso o quemar grasa: “No estamos hablando de maratones (…) Al parecer las personas pueden mejorar su memoria con una breve caminata o una sesión sencilla de algo como yoga o taichí”, cerró.