Pensó que estaba embarazada luego que su vientre comenzara a crecer a niveles insospechados, pese a que realizó tres pruebas y todos arrojaron resultados negativos. Este caso es el de Keely Favell, una mujer gala de 28 años que cargó un quiste de 26 kilos durante 4 años, de acuerdo al diario inglés Mirror.

Producto de la complicada situación, la joven ganó un tercio de peso corporal durante ese lapso de tiempo y fue recién en 2017 cuando recibió la notificación de que tenía un tumor en la zona del ovario, luego de someterse a un escáner de emergencia en un segundo recinto hospitalario.

Esto porque antes, y durante ese mismo año, ya se había sometido a un examen de ultrasonido con su ginecólogo, pero no se observó nada en la zona del útero.

En ese contexto consignó al citado medio que sus análisis de sangre “se volvieron claros” y cuando se desmayó en 2016 le dijeron que “probablemente era un efecto secundario de las pastillas para el acné que me habían recetado”. Lo más raro es que según Favell había dejado de tomarlas seis meses antes.

Respecto al tumor relató que “durante un par de años gradualmente fue creciendo mi vientre y no lo entendía porque estaba haciendo ejercicio y comiendo sanamente, pero poco a poco iba creciendo. Se agrandó tan lentamente que no sabía si algo estaba mal”, describió.

Daily Mail
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“El doctor me dijo que eso (refiriéndose al quiste) no era grueso del todo, pero que estaba rodeado de líquido. Todo eso le daba un peso de 25 kilos”, añadió en conversación con el diario The Sun.

Acto seguido, y producto de su desesperación, se sometió a una cirugía para extirpar el tumor y el lugar para la operación fue el Hospital Singleton de Swansea. El trabajo duró cerca de cinco horas y se pudo lograr el objetivo, por lo que después tuvieron que suturar la herida.

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Pese a que a la mujer le sacaron el ovario derecho, puede generar óvulos en su similar izquierdo por lo que su fertilidad no se verá comprometida.

Este no es el caso con mayor complejidad que se ha conocido en el último tiempo. Esto porque en México, en 2017, cirujanos expulsaron un tumor de casi 33 kilos a una mujer de 24 años y que ocupaba el 95% de su abdomen.