Ya estamos estamos viviendo la celebración de las Fiestas Patrias. Y, quienes padecen de enfermedades cardiovasculares y mantienen sus tratamientos de manera responsable, también pueden disfrutar tranquilamente de este “18 extendido”.

Si bien el consumo excesivo de grasas trae consecuencias complejas como la hipertensión, la diabetes y la dislipidemia (colesterol alto), siempre hay una forma de divertirse y comer deliciosos platos.

Durante las Fiestas Patrias una persona puede subir hasta tres kilos —lo que es cierto si se consumen altas cantidades de carne, grasas y alcohol, principalmente— sin embargo, “la alimentación que uno tenga en durante la celebración, aunque sean tres días feriados, no necesariamente va a cambiar de manera sustancial los niveles de colesterol que uno tiene en la sangre”, aclara el doctor Rodrigo Alonso, nutriólogo de la Universidad de Valparaíso y Clínica las Condes.

Para el especialista, lo que realmente puede afectar a una persona que padece de altos niveles de colesterol en la sangre, es que esta “mala alimentación patriota” —rica en grasas, carbohidratos y alcohol— se mantenga en el tiempo y no se respeten los tratamientos cardiovasculares.

Por eso, la principal recomendación es la de comer y divertirse, pero evidentemente con moderación, explicó el nutriólogo, y agrega que no se debe ser “muy drásticos” cuando se trata de una celebración particular.

“Mientras se trate de una celebración puntual, incluido el consumo moderado de algunos alcoholes que podrían ser beneficiosos, no debería representar un problema para las personas sanas o con alguna condición cardiovascular”, señaló Alonso.

En esta línea, el nutriólogo agregó que no por comer un pedazo de torta moderado se me va a descompensar la diabetes, sino que “depende del estilo de vida que cada uno lleve”.

La importancia de mantener un tratamiento cardiovascular adecuado y regular

Tema aparte, indica el doctor Alonso, son las personas que ya han tenido un evento o enfermedad cardiovascular, los llamados pacientes de “alto riesgo”, ya sea una persona joven, adulto o alguien de la tercera edad, porque “quien ya hizo la aterosclerosis (cuando se acumulan grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias), es fundamental que prevenga y evite que se genere un segundo episodio cardiovascular”, advierte el experto.

Rodrigo también destacó que para disfrutar estas del ’18’ es importante entender que “los pacientes que mantienen un tratamiento médico y que no lo han seguido disciplinadamente, deben tomar su fármaco de manera consciente y no solo después de haber comido harto, que es lo peor que se puede hacer”.

En este contexto, el medicamento para la reducción del colesterol en la sangre es la atorvastatina, mientras que la ezetimiba hace su parte evitando la absorción del colesterol en el intestino. Aunque hoy, explica Alonso, los pacientes cardiovasculares de alto riesgo “tienen incluso la suerte de contar con fármacos que unen ambos compuestos, por lo que ya no hay excusas para no mantener un control adecuado del colesterol en nuestro organismo”.

Aumentos repentinos en los índices de colesterol pueden ser producto de factores genéticos

Se suele pensar que el colesterol alto se debe a malos hábitos alimentarios, siendo que muchas personas “presentan niveles muy altos o aumentos repentinos en sus índices normales por factores genéticos hereditarios, pese a la edad, el estrés y a tener costumbres saludables”, explica Alonso. Esto hace fundamental que quienes requieren medicación para mantener controlado el colesterol en su sangre, principalmente adultos mayores, lo hagan de forma responsable y con medicamentos seguros para su condición personal.

Para el médico de U. de Valparaíso, es elemental que el paciente “tome medicamentos adecuados haya o no haya fiesta, ya que el fármaco se toma por una indicación médica, no porque estemos en una época en que se suela comer más”. La evidencia indica que, si una persona consume de manera esporádica alimentos con altos niveles de grasa, “puede que eso no repercuta mucho en sus niveles inmediatos de colesterol, incluso una semana después, pero esto solo si el paciente es capaz de mantener un tratamiento permanente y apropiado a su condición cardiovascular”.