Es sabido que los cuentos infantiles suelen basarse en hechos y comportamientos de la vida real, los que son aplicados en el mundo de la fantasía.

Un ejemplo es Peter Pan, personaje que se utiliza para denominar a aquellas personas que no quieren madurar, pero como dice el dicho “nunca falta un roto para un descosido”, y junto a este síndrome se encuentra el menos conocido (pero no menos importante): el de Wendy.

Aunque lleva nombre femenino, no necesariamente lo padecen las mujeres (aunque sí en su mayoría), siendo un trastorno que se estudió en sus inicios en la sociología de Karl Marx y en la psicología de Erich Fromm.

Disney
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¿En qué consiste?

En la novela del escritor escocés James Matews Barrier, Wendy era la niña que asumía el cuidado de los “niños perdidos” en Nunca Jamás, tanto, que era denominada la “mamá”.

Según explica la psicóloga clínica Anna Gimeno, en Psicología y mente, las personas que tienen este complejo necesitan la aprobación de los demás. “Tienen una necesidad imperiosa de satisfacer al otro, principalmente si es su pareja o sus hijos”, detalla la experta.

Esto se puede ver reflejado en cosas cotidianas, como el padre que despierta todos los días a sus hijos para ir a la escuela o uno de los integrantes de la pareja que asume todas las responsabilidades y decisiones en la relación, comportamientos que podrían pasar como de alguien preocupado, pero que esconde algo más profundo y preocupante.

“Lo que hace no es por placer genuino, sino que este conjunto de comportamientos los realiza por miedo al rechazo, por la necesidad de sentirse aceptado y respaldada y por el temor a que nadie le quiera“, manifiesta Gimeno.

Características

Aunque aún no se considera un trastorno clínico establecido, los psicólogos suelen tratarlo, ya que hay personas que acuden a las consultas cumpliendo ciertas características “de alerta”.

– El amor para ellos es sinónimo de sacrificio y resignación
– Intentan hacer feliz a los demás a toda costa
– Se deprimen con la falta de atención de quienes lo rodean
– Se sienten imprescindibles
– Tienen la necesidad impetuosa de cuidar a los demás, en las relaciones, se convierten en la “madre” o “padre” de su pareja
– Busca asumir responsabilidades en lugar de los otros

La psicóloga explica que generalmente este trastorno se origina en el pasado familiar de quien lo padece. “La persona se sintió apartada y desprotegida, por lo que en la edad adulta compensa la falta de dirección y protección asumiendo el rol de los padres ausentes o que deseó tener”.

¿Cómo “mejorar”?

Los expertos explican que hay ciertos comportamientos que permiten superar este complejo, que sin duda se vuelve en una carga para los “Wendy”.

– Estar consciente de que se sufre el trastorno
– Entregar y dejar que los “Peter Pan” asuman responsabilidades
– Dejar que el resto se preocupe por ti, porque en una relación sana existe el equilibrio