Tener vello en el cuerpo es una preocupación para muchas mujeres, sobre todo cuando llega el verano y las altas temperaturas, ya que es en esta época donde más se usan poleras sin mangas, vestidos… y trajes de baño.
Las piernas y las axilas son algunos de los lugares que comúnmente son depilados. Sin embargo, hay otras zonas donde también crecen vellosidades y no muchas mujeres hablan de aquello: los senos.
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Si bien usualmente no crecen con la misma abundancia que en otras partes, el vello en los senos es una realidad y no tienes que asustarte si aparecen, puesto que es completamente normal.
Así lo afirma la ginecóloga Sherry Ross en una entrevista con la revista Marie Claire. “La areola naturalmente tiene folículos capilares y algunas mujeres son más propensas a esto que otras”, explicó la médico, según consigna el portal Vix.
De acuerdo a Ross, esto puede presentarse en diferentes etapas de la vida y, a veces, durante desórdenes hormonales, y no solo en los senos, sino que también en otras áreas, como en el rostro o la línea del abdomen.
¿Cuándo preocuparse?
Si bien la ciencia afirma que es normal tener vellos en los senos, cuando este es en abundancia —en este caso más de 15 pelos en una zona— puede ser un indicador que algo anda mal en el organismo, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
El SOP —que es un trastorno endocrino— está relacionado directamente con este fenómeno del aumento de vello en las mujeres y, según informa la doctora Samantha Plasner, este es causado por una “irregularidad en señales químicas que el cuerpo envía a las glándulas suprarrenales”.
Este síndrome provoca quistes en los ovarios y periodos de menstruación irregulares, acné y dificultad para quedar embarazada, entre otras causas.
También, otra de las causas que podría provocar cantidad de vello inusual en los senos son algunos medicamentos, como corticoides sistémicos, Danazol —utilizado para tratar la endometriosis— y el Prozac —utilizado para tratar la depresión—.
Ahora ya sabes, si tienes algunos vellos en tus senos no te asustes ni te avergüences, es totalmente normal y, si no estás cómoda con ellos, siempre puedes sacarlos.
