La pérdida de un embarazo es uno de los dolores más grandes para una pareja, en especial para la madre. Quienes lo han vivido pasan por una profunda pena que los hace replantearse incluso hasta la fe.

Es por ello que en este mundo que está cada vez más conectado, se hace más que necesario poner un poco más de humanidad entre tantos algoritmos, tendencias, ceros y unos.

Gillian Brockell, editora periodística del Washington Post, escribió una carta abierta dirigida a Google y Facebook en donde contó su mala experiencia con esos portales luego que perdiera al bebé que esperaba.

En ella detalló el cómo fue que le afectaron los anuncios publicitarios con promociones de ropa, juguetes y artículos de aseo para recién nacidos los que “fueron una bofetada”, según aseguró.

La carta partió así: “Estimadas compañías de tecnología, no quiero ver anuncios de embarazo después que mi hijo nació muerto”. Así de directa.

Pexels (cc)
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Como ella realizó búsquedas sobre elementos relativos a los bebés y se etiquetó en fotos con el hashtag #BabyShower, los sitios siguieron enviándole en todas sus pantallas publicidad sobre maternidad.

“Daría cualquier cosa por haberlo oído llorar”, escribió la periodista, quien tenía hora para dar a luz el próximo 24 de enero. “Por favor, compañías tecnológicas, les imploro: si sus algoritmos fueron lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que estaba embarazada (…) Entonces, seguramente pueden ser lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que mi bebé murió y no mostrarme anuncios que concuerden con eso o no mostrarme nada en absoluto”.