Cuando el amor llega a tu puerta, ni siquiera avisa. Es que muchas veces cupido es tan caprichoso que apunta sus flechas en personas que van en direcciones demasiado distintas.

¿Te ha tocado en tu vida amorosa hacer frente a un narcisista?. Si la respuesta es sí, te sentirás identificado y si es no, toma nota porque acá obtendrás alguno que otro dato.

Es que estar pololeando con una persona que se ama a sí misma por sobre los demás puede -de verdad- ser bastante complicado.

El profesor de psiquiatría y ciencias biológicas en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos, Joe Pierre, explicó que existen tres etapas de este tipo de relaciones: la idealización, desvalorización y el descarte final.

Explicado en buen chileno, primero todo es perfecto, luego comienzan a decepcionarse y al final cortan por lo sano. Sobre esto hay dos posibilidades, o no querer nunca más estar con una persona así de ególatra, o bien “quedarse pegado” en relaciones del mismo tipo.

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El académico explicó que el narcisista tiene una capacidad muy alta para mostrarse deseable, dada sus condiciones innatas por la autosuficiencia, la confianza en sí mismo, el liderazgo y la ambición.

Justamente esta característica es la que hace que atrae como un imán, pues logran ser tan interesantes para la otra persona, que pueden cautivar con gran velocidad.

El experto en psicología recomienda cuidarse mucho si se está en una relación con alguien con este tipo de personalidad, para no salir sufriendo más de la cuenta al caer en razón que la pareja se ama más a sí misma que a ti.