“No es amor, lo que tú sientes es una obsesión”. Esa letra de la canción -a esta alturas- ícono de la bachata electrónica de mediados de los 2000, puede calzar perfectamente para musicalizar esta nota.

Nos trasladamos imaginariamente a Irlanda, en donde una mujer hizo noticia por situaciones realmente sacadas de una telenovela de las más desquiciadas.

Sólo como un dato: esta mujer fue capaz de llamar 137 veces en un par de horas a un compañero de trabajo de su expareja para saber si podía así saber algún detalle de su paradero, y para ello le ofrecía una recompensa en dinero.

Lina Tantash de 43 años fue condenada por “conductas siniestras y sostenidas” en contra de quien fuera su novio, Jarlath Rice de 50 años, a quién llegó a ofrecerle el equivalente a 43 millones de pesos chilenos con tal que él firmara un “contrato de amor” con 21 cláusulas.

Lina Tantash | Instagram
Lina Tantash | Instagram

Todo comenzó en Dublín en el año 2007 cuando ambos tuvieron una fugaz -y al parecer intensa- relación que se extendió en el tiempo por sólo un par de semanas. Luego del término del vínculo amoroso, ella redactó este polémico contrato e insistió en que él lo firmara.

Según The Times algunos puntos sensibles del “acuerdo unilateral de amor” son los siguientes: él debía vivir con ella tres veces a la semana y tener relaciones sexuales con ella, hablar por teléfono al menos 15 minutos cada noche, ser amoroso y estar bien presentado en todo momento. ¿Loco no?.

De acuerdo con la publicación, Lina Tantash contrató detectives privados al ver que su “amor” no le respondía los llamados, no estaba donde frecuentaba ir, y es más, se cambió hasta de ciudad para poder alejarse de su acosadora.

Nuestra protagonista entró en pánico cuando a los años después se enteró que él estaba emparejado con una compañera de trabajo. Allí fue cuando con tal de llamarle la atención envió el equivalente en pesos chilenos a 170 mil en pizzas a domicilio.

Sin embargo, el rumor no era tal, y la colega de Rice, Sarah Bolland negó haber tenido relación amorosa alguna con él, pero igual se vio perjudicada por el hostigamiento, pues recibió miles de correos electrónicos con amenazas incluso de muerte.

Durante el juicio, el galán de esta historia afirmó que fueron 10 años pésimos que incluso le hicieron pensar en suicidarse para terminar con la angustia. La abogada de la mujer, Teresa Mulrooney expresó: “La señorita Tantash lamenta profundamente su comportamiento y ha comprendido el impacto que ha tenido”.