Cuando se está en una relación, ser infiel es lo último que se podría pasar por la cabeza de alguien, sin embargo, diversas circunstancias en la pareja pueden producir que uno de los dos “caiga en la tentación”.

No se trata de que estemos incentivando la infidelidad, pero una encuesta sobre sexualidad realizada por Gfk Adimark, arrojó que el 39% de los chilenos declaró haber engañado a su pareja.

Ante esto, la terapeuta estadounidense Michele Weiner-Davis explica en Huffington Post, que hay frases que jamás se deben decir si eres tú el que fue infiel.

Para la experta, muchas veces hablar demasiado para remediar un engaño, resulta peor. “Decir que una infidelidad no tuvo nada que ver con la pareja resulta doloroso, dado que da a entender que la persona no tuvo en cuenta a su pareja al tomar esa decisión. Por tanto, la pareja no se siente querida y piensa que no le importa lo suficiente”, indica.

En tanto, para la terapeuta especialista en este tipo de casos, Caroline Madden, con frases tan armadas dejas peor a tu pareja ya que fuiste capaz de “dejar todo por nada”. “A menudo, quien pone los cuernos quiere dar a entender que en ningún momento se planteó dejar a su esposo (a) e hijos por la otra persona. Pero está minimizando la situación“, detalla.

Aquí te dejamos algunas de las frases que es mejor guardarlas en un baúl con llave.

– No significó nada para mí
– Fue solo sexo
– No tiene nada que ver contigo

¿Qué hacer?

Para la terapeuta, Janis Abrahms Spring, lo mejor es empatizar con la pareja. “Debes demostrarle que entiendes cómo se siente. Esto quiere decir que te das cuenta de que no hay nada que puedas decir para disminuir su dolor y su furia, salvo escucharle”, explica Abrahms.

Una vez que la otra persona haya asimilado el dolor, es bueno poner las “cartas sobre la mesa”, ya que al asumir que eres el único causante del daño en la pareja puede reconstruir la confianza.

“Sé que puede parecer contraproducente, pero es fundamental admitir que entiendes que tu comportamiento egoísta ha causado un dolor inmenso a la otra persona. Así, tu pareja no necesitará demostrarte (mediante su enfado o sus gritos) que tiene derecho a estar enfadada”, indica Madden.

Finalmente, el explicar el verdadero motivo, permitirá dar una segunda oportunidad. “Cuando hayas conseguido explicar el motivo, admite que fue una decisión estúpida y egoísta. Si piensas que, por culpa de tu lujuria, podrías destruir todo aquello que se han esforzado en construir y sabes que vas a arrepentirte de por vida, debes decirle a tu pareja lo que sientes“, sentencia la experta.