A los 26 años la estilista y modelo Allyson Lynch fue diagnosticada de cáncer de mamas, enfermedad que cambió radicalmente su vida y pensamiento.
Fueron años de lucha, de tratamientos de quimioterapia, de sufrimiento y esfuerzos, hasta que después de años, finalmente la mujer venció el cáncer.
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“Tuve muchos momentos oscuros porque fue mucho más difícil de lo que imaginé. Muchas veces me quise dar por vencida, me decía a mí misma que jamás volvería a ser la de antes, lloraba todos los días…“, señaló la joven americana en una entrevista con el diario británico Daily Mail.
Pero después de tantos lamentos, Allyson entendió que logró enfrentar esta enfermedad gracias al amor de sus familiares, pero por sobre todo a su amor propio, lo que la hacía ser una mujer muy fuerte.
“Aprendí que esto me pasó a mí porque yo puedo manejarlo, porque soy una ‘mujer maravilla’ y porque ya logré salir del infierno una vez“, agregó.
Tras vencer el cáncer, la modelo decidió tatuarse las cicatrices que le quedaron en las mamas para entregar un importante mensaje a otras mujeres que hayan pasado por la misma experiencia.
“Creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado porque los tatuajes me hacen sentir como si fuera yo, más cómoda. Ahora cada vez que me miro al espejo me siento linda. Me ayudó a superar el haber perdido mi busto. Fue mi forma de tomar de vuelta lo que el cáncer se llevó“, puntualizó.
Además, aseguró que quiere ser un ejemplo para otras personas, para que no dejen de sentirse mujeres o sensuales por el sólo hecho de haber tenido cáncer de mamas. “Nosotras somos mujeres poderosas y quizás a veces necesitamos una tragedia para darnos cuenta lo que realmente valemos“, finalizó.
