Freddie Beeson es un joven inglés, oriundo de Cheshire, quien a los 23 años permaneció en coma durante tres meses luego de resultar con su cuerpo totalmente quemado producto del estallido de un tambor de petróleo en sus manos.

El joven necesitó más de 30 operaciones para tratar las severas lesiones que le dejó este accidente, sin embargo, ha asegurado que es su peculiar sentido del humor lo que le he ayudado a superar su radical cambio de vida.

Tanto así que la noche de Halloween pasado, decidió comprarse una máscara del personaje de horror Freddy Krueger y presentarse en una fiesta temática, dejando sus cicatrices corporales al descubierto. “El humor es una buena manera de lidiar con todo lo que he vivido. Además que ya era ese tipo de persona antes del accidente. Yo nunca he visto Pesadilla en Elm Street pero esa noche la gente me amó“, recordó, según consigna e medio inglés Metro.co.uk.

Freddie, lanzó lo que él pensó que era aceite sobre un trozo de madera, sin saber que en realidad era una mezcla de aceite y petróleo. El tambor de 25 litros explotó y convirtió al joven en una “bola de fuego”. Revisa las imágenes aquí.

Su madre logró salvar su vida apagando las llamas y Beeson fue llevado al Hospital Wythenshawe, en Gran Mánchester, donde fue puesto en un coma inducido que duró tres meses.

Mi familiares fueron avisados una mañana muy temprano para que me fueran a despedir, puesto que una rara infección me había dejado con muy pocas probabilidades de vida“, contó el joven.

Sin embargo, logró vencer su fatal diagnóstico y aunque quedó con solo un dedo de sus dos manos funcionando, confía en que de a poco podrá recuperar algo de movilidad. “Me sentí deprimido por tres años, luego adopté un perro y él es la única razón por la que sigo aquí“, agregó.

En el futuro, Freddie espera renovar su licencia de conducir y comprar un auto especialmente adaptado a su movilidad reducida. Su sueño más grande es convertirse en un chofer de camiones.