Fue el pasado 15 de octubre que el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron que están esperando a su primer hijo, siendo la fecha aproximada de su nacimiento en la primavera inglesa de 2019 (otoño en Chile).

No cabe duda que cuando llega un bebé todo cambia, por lo que los duques de Sussex ya están analizando mudarse a un hogar más grande para vivir en familia.

Recordemos que desde su casamiento en mayo pasado, la pareja ha vivido en una acomodada cabaña de dos dormitorios en el palacio de Kensington, conocida como Nottingham house.

Sin embargo, con la llegada de un nuevo integrante se han visto obligados a buscar algo un poco más espacioso. Y esta idea no ha estado exenta de polémicas.

Lo anterior, puesto que según señaló una fuente cercana a la realeza al medio británico Daily Mail, la propiedad donde la familia quiere que Meghan y Harry se muden está actualmente habitada por el primo de la reina Isabel, Richard, y su esposa Birgitte, los duques de Gloucester.

Y sería Birgitte quien no quiere abandonar este lujoso hogar, el que cuenta con 21 habitaciones y que se encuentra al lado de la residencia del príncipe William y Kate Middleton.

“Uno de mis amigos me dijo ‘Birgitte no se quiere ir ¿Y por qué debería? Ella y su marido han sido fieles miembros de la realeza y la casa fue asignada por Su Majestad'”, señaló la fuente.

Finalmente, otro rumor que circula respecto a la mudanza es que Meghan y Harry realmente no quieren vivir en la casa de los duques de Gloucester precisamente porque está al lado de la de William y Kate, por lo que no descartan salir del palacio de Kensington.