Hace unas semanas, Netflix liberó La desaparición de Madeleine McCann, documental de ocho capítulos que justamente habla del enigmático caso de la niña a la que se le perdió el rastro en 2007, y de todas las aristas sin resolver que han quedado a partir de su investigación.

La producción, que cuenta con entrevistas a parte del grupo de personas que se encargó de estudiar del caso, también utiliza como guía el libro escrito por Kate McCann, su madre, Madeleine McCann: La desaparición de nuestra hija. Gracias a este texto, se volvió a hablar de la última pregunta que les hizo la niña a sus padres antes de que no se supiera más de ella.

“Mamá, ¿por qué no viniste cuando llorábamos anoche?”, lanzó la menor el 03 de mayo del 2007, según cuenta el libro. Esta consulta hasta hoy desconcerta a los padres de Maddie, quienes creen que algo les quiso decir en ese momento.

Aquel día, y tal como se sabe hasta hoy, los padres de la niña estaban cenando en un restorán con unos amigos, en el balnerario de Praia da Luz, en Portugal. Al volver a casa, ella lanzó la pregunta que dejó muy sorprendidos a Kate y Garry, su papá.

“Nos quedamos perplejos, ¿quiso decir cuando se estaban bañando o cuando se habían ido a la cama? Ciertamente no había sido en las primeras horas porque había estado en la habitación con ellos. Madeleine no respondió ni elaboró, en lugar de eso, pasó a otro tema que había surgido en su cabeza”, explicó la madre, según se explica en el texto.

Esas palabras ahora rondan en la cabeza de Kate, ya que ese mismo día, y horas más tarde, la pareja salió nuevamente con sus amigos. Al volver, no habían rastros de Maddie, y eso que estaban en un lugar relativamente cerca del domicilio.

“Dentro de unas horas, la explicación de esto parecería enormemente importante, y tan obsesionada he estado desde entonces por las palabras de Madeleine esa mañana que he seguido culpándome por no sentarme y asegurarme completamente de que no había más información que pudiera extraer de ella”, agregó la madre.

Debido a esta consulta, ahora los padres tienen la teoría de que es posible que la noche anterior a la desaparición, es probable que el supuesto secuestrador haya visitado el lugar.

“Esta podría haber sido mi única oportunidad de evitar lo que iba a suceder, y lo eché a perder. No había absolutamente nada que me diera ninguna razón para sospechar y todos podemos ser inteligentes después del evento. Pero creo que hubo alguien que entró o trató de entrar en el dormitorio de los niños esa noche, y eso fue lo que los molestó”, se menciona el libro. Claro que por todos los años que han pasado, esta es sólo una hipótesis que será difícil de comprobar.