Isabel II sin duda es la figura más importante en el Reino Unido. Sus atareados días incluyen una agenda copada de eventos reales, que la mantienen activa y trabajando gran parte de su jornada. Es por esto que cada vez que puede, la Reina se escapa a su casa de veraneo que se ha convertido en su refugio: el castillo de Balmoral, ubicado en Escocia.

A diferencia de los palacios de Buckingham o Windsor, que pertenecen a la familia real, la construcción que está edificada en Escocia es propiedad de Isabel. En 1852 fue adquirida por el Príncipe Alberto, el marido de la Reina Victoria, sus tatarabuelos. Desde entonces, heredó esta enorme casa que es un destino obligado de sus más cercanos.

Quienes han tenido la oportunidad de estar en el castillo, han visto cómo la Reina se pasea como si fuera una persona completamente normal. Si bien siempre anda con sus cajas llenas de documentos y cartas oficiales, en este lugar es donde puede desenvolverse sin ningún protocolo.

En un libro escrito por el exprimer ministro británico Tony Blair, él cuenta que vivió una experiencia muy ‘intrigante’ cuando estuvo de visita: vio a su majestad como una verdadera dueña de casa.

“Se pone los guantes y mete las manos en el lavaplatos. La Reina te pregunta si has terminado en la cena, amontona los platos y se va derecho a lavarlos”, recordó el político, hace varios años.

Hay otros detalles que no pasan desapercibidos en la residencia: hay un cojín en un sillón en el que se lee un bordado que dice ‘It’s good to be Queen’ (es bueno ser reina); sus hijos tienen casas en los terrenos aledaños; hay ciervos y ponis que corren libremente, e incluso hay un sector que puede ser visitado por algunos curiosos.

La vida en este lugar para Isabel es totalmente campestre, pasea a sus perros corgis por las más de 20 mil hectáreas, organiza asados con su familia y realiza actividades para sus más cercanos. Antiguamente, era utilizado como un centro de fiestas y bailes, hoy es más un refugio.

De hecho, se asegura que cuando murió Lady Di, el 31 de agosto de 1997, Isabel se encontraba en el Balmoral descansando. Si bien se especuló que se quedaría en el lugar, tras un breve luto se trasladó a Londres para poder compartir la triste noticia a su pueblo.

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¿Por qué pasa tanto tiempo en este lugar?

La película The Queen, estrenada en 2006 ejemplifica con claridad por qué este lugar es el favorito de Elizabeth Alexandra Mary. Cada año, pasa más tiempo en este lugar, ya que es justamente el sitio en que se siente cómoda y segura. Además, el castillo está ubicado en uno de sus territorios favoritos: el escocés.

“Le encanta Escocia, siempre le ha gustado porque le ha reconfortado en los peores momentos. Es ahí donde está más feliz y relajada, hasta el punto de que parece otra persona. No lo quiere reconocer abiertamente, pero parece que seguirá al milímetro el plan escocés del que hablan sus más directos asesores”, detalló en su momento el Daily Mail.

¿Y cuál es este plan? Delegar cada vez más funciones reales al príncipe Carlos, a William y Harry, para poder retirarse en algún momento definitivamente a descansar a este lugar. Ahora, tampoco se descarta que pueda trasladar su residencia real a Balmoral.

Esto sería sólo una evidencia del por qué las ‘vacaciones’ de la Reina Isabel II son cada vez más largas en este castillo.