Toda una polémica ha generado la visita de Meghan Markle, quien ya tiene siete meses de embarazo, a Nueva York. Los pasos de la duquesa de Sussex han sigo seguidos de cerca por los paparazzi desde su arribo a la ‘Gran Manzana’.

Tras celebrar el 14 de febrero con el príncipe, la esposa de Harry abandonó Londres para reunirse con sus amigas más íntimas, en un encuentro que ha generado diversas especulaciones, una de las más fuertes: la celebración del baby shower de su primer hijo o hija.

Durante su estadía, la ex actriz de 37 años visitó el Museo The Met Breuer, luego acudió al Hotel The Surrey, donde se reencontró con su amiga de Suits, Abigail Spencer, para posteriormente regresar al hotel The Mark, donde se hospedó y tuvo lugar la fiesta al mediodía de este miércoles.

Desde temprano al hotel llegaron arreglos florales, adornos y regalos. Uno de los detalles que más cautivó la atención de los medios fueron los arreglos rosados, lo que generó gran especulación sobre que el nuevo integrante de la familia real sería una niña.

Otra cosa que no pasó inadvertida fue un regalo de grandes dimensiones, el que al parecer se trataría de una cuna de 380 dólares Babyletto Hudson 3 en 1, elaborada con materiales y pinturas no tóxicas.

Para la ocasión, Meghan vistió un abrigo negro de la diseñadora Emilia Wickstead, pantalones del mismo tono, zapatos y una cartera color beige.

Entre las invitadas estuvieron Jessica Mulroney, Amal Clooney, Serena Williams y Priyanka Chopra. En total, se presume que habrían asistido 15 amigas de la duquesa de Sussex.