Una noche cualquiera una joven de 18 años se fue a acostar, sin embargo fuertes dolores de cabeza no la dejaron dormir, llegando al punto de generarle convulsiones. Debido a lo anterior fue inducida a un coma por cuatro días, sin saber lo que se venía para ella.

Ebony Stevenson jamás imaginó que al despertar sería madre, sí, había dado a luz a una niña por cesárea, de hecho ni siquiera sabía que estaba embarazada, según informó el medio británico Daily Mail.

La joven jamás sintió síntomas propios de este estado: mareo, náuseas, antojos e incluso su menstruación le llegó con normalidad durante los nueve meses de gestación, pero ¿a qué se debe esto?

Lo que pasó es que Ebony padece de útero didelphis, esto quiere decir que tiene dos: uno donde se gestó el bebé y otro que le mantenía su período con regularidad.

Según detalló el medio inglés esta condición la padece una de cada 3 mil mujeres, donde -entre otras rarezas está que- uno de los úteros tiene trompa de falopio y otro no, por ende las posibilidades de concepción eran muy pocas.

“Cuando me desperté, recuerdo que las enfermeras me dijeron que tenía un bebé y, antes de darme cuenta, la pusieron en mi pecho”, relató la joven madre.

Sobre las convulsiones y la ausencia de vientre, los médicos le explicaron que -respecto a lo primero- había sufrido preeclampsia, un tipo de hipertensión propio del embarazo; mientras que el abdomen no se pronunció debido a que el feto se alojó en el útero de atrás.

Sin duda una historia de película.