John DePass es un exfísicoculturista que ha cuidado su apariencia física hace más de 20 años, tanto que en 1997 respresentó a Canadá en la competencia de culturismo de Mr. Universo.

Actualmente está retirado de esas ligas y se dedica a trabajar como personal trainer, pero eso no es todo, ya que también ha realizado un importante cambio en su estilo de vida para así tratar un dolor crónico que le afectaba producto de su actividad como culturista.

El hombre abandonó las comidas, al menos durante cinco días, en los últimos dos años y ha optado por beber su propia orina, algo que le ha servido de gran ayuda, explicó al medio británico Daily Mail.

He estado experimentando con orina durante los últimos dos años y eso ha aumentado considerablemente mi nivel de vida durante los últimos seis meses”, dijo.

DePass de 46 años pasó de consumir cinco mil calorías al día a tres mil a la semana, ya que de lunes a viernes bebe su orina y los fines de semana “descansa” y lleva una dieta más “normal”.

Los viernes sumo fruta y un batido; luego, los sábados, reintroduzco las verduras. Los domingos trato de comer carne y pasta, arroz o papas. A veces también como galletas o helados veganos para el postre”, aseguró.

De este modo, el lunes comienza un ayuno que solo se salta cuando toma su orina.

Mi esposa ha superado su disgusto y juicio inicial hacia mí, y ha llegado a ver cómo (beber orina y no alimentarme) ha beneficiado mi vida. Aunque no se sume a esto de beber orina, ya no es un impedimento adicional para mí. Tenía tanto miedo del ridículo, de las opiniones de los demás, que realmente eso me frenó. Ni siquiera mi esposa y mis hijos lo sabían al principio”, recordó.

Además de eliminar ese dolor crónico que tenía, este régimen le ha permitido bajar 15 kilos. Tras llevar un régimen centrado en el desarrollo de su cuerpo y aumentar la ingesta de nutrientes, vitaminas y minerales, comenzó a sentir síntomas a los que no les podía encontrar explicación. “Tenía problemas digestivos, problemas de sueño, dolores muy profundos en el cuerpo. No estaba aislado, sentía dolor en el tendón de Aquiles, dolor de cuello, dolor de hombro. Se desplazaba de un lugar a otro”, indicó.

Fue así como hace un par de años comenzó a reducir la carne y de inmediato notó cambios en su bienestar. Sus dolores disminuyeron, dormía mejor. Poco a poco, dejando algunas comidas de lado y consumiendo orina, sintió que su cuerpo estaba “más vivo, energético, vibrante. Puedo comunicarme mejor, puedo expresarme mejor. Soy más consciente y duermo mejor. Puedo respirar más profundamente”.

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Spent the day at Crystal Beach. #depassfamily #summerfun

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Obviamente en términos de apariencia su físico ha cambiado, producto de esta intensa dieta. “Si paso cinco días sin comer, puedo bajar de peso y llegar los 59 kilos. Cuando me rehidrato y como alimento los fines de semana, puedo llegar a los 68 kilos”, sentenció.