Es verdad que el género urbano no es del gusto de todos. De hecho, es bastante renegado por los amantes del rock, catalogándolo muchas veces como música “basura”.

Y es que en gustos no hay nada escrito, pero de ahí a utilizar el reguetón y el trap como método de tortura parece ser bastante insólito.

Esto fue lo que le ocurrió a Gilberto Aguirre Garza, un preso mexicano quien denunció ante la Fiscalía General del Estado que lo torturaron durante aproximadamente 7 días con música en un volumen desmedido.

Aguirre —ex Fiscal Auxiliar que está preso por presuntos vínculos con delitos de desaparición forzada— aseguró en su declaración que se trataban de canciones de Maluma y Bad Bunny, las que sonaban en cada momento y que no lo dejaban conciliar el sueño, todo esto para que él declarar en contra de otros funcionarios públicos.

“Ponía un oído sobre una almohada improvisada con una cobija y en el otro oído se ponía un pantalón de mezclilla apretándolo firmemente, pero aún así el ruido del radio no permitía conciliar el sueño (…)”, señala Aguirre en el documento, según consigna el medio mexicano La FM.

Finalmente, debido al gran volumen de la música, el hecho no solo afectó la celda de Gilberto, sino que a otros 6 presos, quienes también se unieron a su demanda.