Casi 40 años pasaron desde la última vez que Emanuela Orlandi fue vista con vida en el Vaticano. La desaparición de la joven de 15 años en Italia tiene en los últimos días una nueva teoría.

El testimonio surge del documental que estrenó recientemente la plataforma Netflix, La chica del Vaticano, que entrevista a una amiga de la infancia de la adolescente, quien resguarda su identidad y asegura que Emanuela fue acosada sexualmente días antes por “alguien cercano al Papa (Juan Pablo II)”.

Hija de un empleado y funcionario del Vaticano cercano al Sumo Pontífice, Emanuela Orlandi volvía a su casa después de una clase de flauta en Roma, cuando desapareció cerca de la Piazza Navonaon de la ciudad el 22 de junio de 1983.

De acuerdo a esta teoría, basándonos en el testimonio, una organización criminal llamada Magliana Gang sabía sobre el caso, y la secuestró para presionar a la Santa Sede y extorsionar a cambio de dinero.

Esa especulación apunta a que las altas esferas de la Iglesia Católica habían pedido dinero prestado a esa organización para financiar un sindicato en Polonia, de donde era oriundo el Papa, que estaba luchando contra el comunismo.

La mujer, que se identificó como amiga de la infancia de Emanuela, dice que ella le había contado sobre el episodio de abuso que había tenido una semana antes de que desapareciera, según informa The Telegraph.

El presunto episodio, señala, había ocurrido mientras caminaba por los terrenos del Vaticano unos días antes. El hecho era “absolutamente” de naturaleza sexual, dice la joven en el testimonio, luego llora y asegura que antes estaba muy asustada para hablar al respecto.

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Teorías conspirativas y pistas que vinculan al Vaticano: el misterio de Emanuela Orlandi

En una Ciudad-Estado tan hermética y misteriosa como El Vaticano, las teorías conspirativas sobre el caso surgieron una y otra vez a lo largo de los años.

El periodista Emiliano Fittipaldi publicó hace años un documento obtenido en una caja fuerte que sugería que la Santa Sede estaba implicada en la desaparición y que ella seguía viva. La Iglesia Católica lo tachó de “falso y ridículo“.

También se había exhumado una tumba en la basílica romana de San Apolinar, después de que la mujer de un jugador del equipo de fútbol de la Lazio de Roma, afirmara que los restos de la niña se encontraban allí, pero la investigación tampoco obtuvo resultados.

Ali Agca, el terrorista que intentó matar a Juan Pablo II, dio otra de las pistas poco después de la desaparición de Orlandi. Una llamada telefónica anónima, de un hombre que se identificó como “el Americano”, aseguró tener bajo custodia a la niña y ofreció un intercambio con el atacante del Sumo Pontífice.

Cabe señalar que el propio Juan Pablo II hizo un llamamiento desde el balcón del Palacio Apostólico ante una concurrida Plaza de San Pedro para que Emanuela fuera liberada, pero nada sucedió.

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