André Santino es un chileno que vive en Bélgica y fue adoptado hace 43 años por un matrimonio ítalo-belga, a los tres meses de edad. Hoy busca a sus padres en Lota.

Aunque hay pocos antecedentes de la adopción, se sabe que Santino nació en el hospital de la ex Empresa Nacional del Carbón, y que, tras el parto, fue llevado a una comisaria en Tomé, para posteriormente llegar a un hogar de menores liderado por religiosas en la comuna de El Carmen, Región del Ñuble.

En este lugar, que queda enfrente de la Plaza de Armas del pueblo, fue entregado a su actual familia, por parte de una tal “Hermana Elisa”, o Elisa Mottard, mujer belga que tramitó su traspaso.

Aunque desde la Congregación de los Sagrados Corazones, unidad religiosa a la que perteneció el hogar, no sé brindó información relevante sobre la adopción de André.

Esto, sumado a que la familia belga de Santino tampoco le ha otorgado las suficientes pistas sobre sus orígenes.

“Es difícil la comunicación. Generalmente, entre los padres que adoptan, en este caso, no hay buena comunicación y, por lo tanto, no se sabe mucho. Tienen una relación distante con sus padres en Bélgica”, acotó el traductor que ayuda a André, pues él no habla español.

Como última medida, Santino se tomó una muestra de ADN para lograr su deseo, puesto que este miércoles 20 vuelve a su país.

“Mi expectativa es ponerle nombre a quien soy y que mi mamá biológica tenga una imagen de mí, que en su mente tenga paz y sepa que estoy bien”, declaró el chileno.

Para conocer toda su historia, revisa la publicación de Radio El Carbón: