Una enfermera de Reino Unido enfrenta un extenso juicio que podría durar al menos seis meses. La profesional fue acusada del presunto asesinato de siete bebés prematuros, además de intentar matar a 10 más que estaban bajo su cuidado.

Según reportó Daily Mail, la mujer habría llevado a cabo estos actos e intentos al inyectarle a los bebés insulina, leche o incluso aire en sus vías.

El Tribunal apunta a que Lucy Letby, de 32 años, sería responsable de una serie de asesinatos durante un año –entre junio de 2015 y junio de 2016– mientras trabajaba en el Hospital Countess of Chester, Reino Unido.

La enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos fue descrita por el fiscal del caso, Nick Johnson, como una “presencia malévola constante” en la unidad infantil de Cheshire, donde se cree que mató e hirió a muchos niños. Ella negó los cargos en su contra en todo momento.

A Letby se la acusa de utilizar los turnos nocturnos para llevar a cabo estos ataques, por la presunción de que era poco probable que los padres visitaran la sala de neonatología. La joven fue detenida en 2018, tres años después de que se reportara el primer caso.

“Los bebés que no habían sido inestables en absoluto de repente se deterioraron gravemente. A veces, los bebés que habían estado enfermos y luego se estaban recuperando, se deterioraron sin razón aparente“, explicó el fiscal.

“Habiendo buscado una causa, que no pudieron encontrar, los consultores encontraron que los colapsos y muertes inexplicables tenían un denominador común. La presencia de una de las enfermeras neonatales. Esa enfermera era Lucy Letby”, agregó.

“Muertes inexplicables”

El fiscal Johnson dijo que a veces a los bebés se les inyectaba aire y en otras ocasiones se les alimentaba con insulina o demasiada leche.

Además apuntó que, durante el tiempo en que Letby trabajó en el turno de noche, hubo un aumento en el número de bebés que morían o enfermaban gravemente, mientras que cuando ella se cambió al turno de día, hubo más “colapsos y muertes inexplicables”.

La acusación dice que la única conclusión razonable de las pruebas es que alguien intoxicó a estos bebés con insulina. “Esto no fue un accidente. Decimos que los colapsos y las muertes de los 17 bebés no fueron tragedias naturales“, indicó Johnson.

Todos fueron obra de la mujer en el banquillo, quien decimos que era la constante presencia malévola cuando las cosas se ponían peor para estos 17 niños”, aseguró.

A los miembros del jurado les mostró un cuadro en el que se veía a las enfermeras que estaban presentes de servicio cuando se dijo que ocurrieron los presuntos incidentes criminales. El fiscal sostuvo que allí puede constatarse que ella es la única persona que se repite en todas las ocasiones.

La joven enfrenta un largo juicio, que podría extenderse por al menos seis meses: se trata de una acusación por siete denuncias de asesinato y también denuncias de intento de asesinato de otros 10 niños, cuyos padres estuvieron presentes en las jornadas del juicio.