El Servicio Nacional del Adulto Mayor, Senama, analizó en un informe en 2021 que más de seis millones de habitantes en Chile serán personas mayores de cara al 2050.

En medio de este escenario de envejecimiento acelerado de la población, hay distintas dificultades que deben enfrentar, entre ellas el edadismo o la discriminación por la edad.

Pero… ¿Qué es el edadismo? Según señaló Beatriz Arteaga, directora de la escuela TENS de enfermería de la Universidad de Las Américas a Página 7, “son estereotipos y prejuicios relacionados con la vejez, que finalmente se traducen en una forma discriminatoria de mirar y tratar a las personas mayores. Esto produce graves consecuencias en las personas y en la sociedad”.

Lamentablemente, es una práctica que se ve en la sociedad chilena y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también se pronunció al respecto, “describiendo que el edadismo está presente cuando la edad se usa para categorizar a las personas por sus atributos que ocasionan daños, desventajas e injusticias”.

Entre los efectos negativos del edadismo, la especialista mencionó que “está el tema de la salud. La personas mayores evidencian una menor capacidad de recuperación ante enfermedades y discapacidades y también produce estrés cardiovascular”.

Consecuencias del edadismo

Los adultos mayores con actitudes negativas sobre el envejecimiento, pueden vivir 7,5 años menos que las personas mayores que tienen actitudes positivas. “Además, puede retrasar la aceptación de esta etapa de la vida y la necesidad de realizar cambios”, afirmó la experta.

“A nivel social también dejan de tener presencia y representación en los medios de comunicación y en la escena pública. Hay ausencia en la participación, en la toma de decisiones. Se produce la exclusión en el mercado laboral. Sí ha habido avances, pero son todavía primarios. Como sociedad aún hay una exclusión importante en el campo laboral”, añadió.

¿Qué es el edadismo? La discriminación que sufren los adultos mayores por su edad
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Pero eso o es todo, también los adultos mayores dejan de estar presentes en el área tecnológica. “Para muchos esta percepción negativa de que ‘no voy a poder, no soy capaz’, genera la no inclusión en el mundo tecnológico, que es tan importante para nuestra sociedad”.

Cómo enfrentar el edadismo

Arteaga indicó que “lo primero es entender la vejez como una etapa más de la vida y comprender que las personas mayores son diversas. También tenemos que contrarrestar estos conceptos negativos, o estereotipos, reconociendo los cambios de la edad como objeto de respeto y de valoración profunda”.

Se tiene que incorporar a las personas mayores con información en la toma de decisiones, sobre todo cuando ellos están involucrados. “Debemos apoyar la participación de la familia y de la sociedad para todas las personas mayores, valorar la madurez y la experiencia y la perspectiva de vida que pueden entregar”.

Ejemplo de edadismo

Entre los ejemplos de edadismo, se puede apreciar cuando se trata como niños a los adultos mayores o cuando no se toman en cuenta sus opiniones.

“Es la forma infantil de tratarlos, como por ejemplo, describirlos como los ‘abuelitos’, como si en esta etapa de la vida las personas mayores volvieran a ser niños, y ese es un estereotipo que debemos cambiar”, agregó.

¿Qué es el edadismo? La discriminación que sufren los adultos mayores por su edad
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Otro ejemplo es la exclusión laboral y “también ignorar su opinión en la familia y en la sociedad, burlarse de ellos y asumir que todos están enfermos y son dependientes, mirarlos de la misma forma, cuando son diversos”.

Caso de edadismo

Un caso de edadismo es el expuesto por Mercedes, una mujer de 60 años que por su edad ha sentido la discriminación en carne propia.

“Cuando tenía 50 y algo, me despidieron, hubo un cambio de grupo empresarial. Aún con mi curriculum y mi experiencia, no volví a tener acceso a trabajar de encargada de tan alto nivel. En los procesos de selección yo siempre era la mayor”, señaló a 65ymás, evidenciando edadismo.

“Tengo más experiencia que otros, pero yo siento que eso lo ven como algo negativo, piensan que no me sé manejar con los ordenadores, y no es así”, agregó.

Incluso contó que “tengo el pelo blanco, y aunque en las entrevistas de lo que menos hablo es de la edad, creo que es evidente”.

Afortunadamente, Mercedes tiene el apoyo de su familia cuando el mercado laboral le cierra la puerta a las personas mayores. “Me dan muchos ánimos, me dicen que yo valgo”, cerró.