Evidentemente afectado se vio al príncipe George, el hijo de William y Kate, en el funeral de la reina Isabel II, al que asistió en compañía de su hermana, la princesa Charlotte.

El último adiós a la monarca es el primer evento oficial de mayor solemnidad en el que participan los herederos al trono, de acuerdo a la línea de sucesión, motivo por el que todas las miradas estuvieron en los pequeños.

De hecho, su presencia les permitió acompañar a sus padres en la Abadía de Westminster, los nuevos príncipes de Gales, además de tener la oportunidad de despedirse de su bisabuela.

En ese contexto, durante el servicio religioso en memoria de la monarca, a quien los pequeños llamaban de forma cariñosa ‘Gan Gan’, se produjo una adorable imagen del príncipe George, quien no contuvo su emoción en la ceremonia.

Allí, el pequeño era consolado por la condesa Sophie Wessex, la esposa del príncipe Eduardo, conde de Wessex, el hijo menor de la reina Isabel II y del príncipe Felipe, duque de Edimburgo.

La complicidad del príncipe George y la princesa Charlotte

Eso sí, eso no impidió para que medios internacionales como The Sun o el Daily Mail, ⁣/a> destacaran la gran solemnidad del hijo de William y Kate en el funeral, además del apoyo que se vio con su hermana, la princesa Charlotte.

Lo anterior, ya que mientras esperaban de pie que el féretro de su bisabuela estuviera en el coche fúnebre en el Arco de Wellington para hacer su último viaje al castillo de Windsor, la segunda hija de los príncipes de Gales protagonizó un enternecedor momento.

Esto, debido a que la ahora Charlotte de Gales, le recordó a su hermano mayor que debía inclinarse ante los restos de la reina Isabel II, cuando pasara por el frente de ellos.

Cabe señalar, que el cuerpo de la monarca fue trasladado en un auto hasta el Castillo de Windsor, donde se hizo la última actividad del funeral del Estado.

Allí, en la capilla de San Jorge, <⁣strong> se retiraron los símbolos reales para, posteriormente, entregarlos al nuevo rey del Reino Unido, Carlos III.

En tanto, los restos de la reina ahora descansan junto a su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, quien falleció en 2021.