Murió el denominado “hombre más solo del mundo”, un sobreviviente de una comunidad arrasada que habitaba una remota zona de la Amazonía brasileña.

El indígena “Tunaru”, vivió aislado durante 26 años en el estado de Rondonia (en la frontera con Bolivia), siendo también conocido como “indio do buraco” (indio del hoyo) por su costumbre de abrir huecos profundos en las chozas que habitaba.

Su cuerpo sin vida fue encontrado dentro de su hamaca en una choza en Tierra Indígena Tanaru, informó la Fundación Nacional del Indio (Funai), a una agencia del gobierno brasileño. “Todo indica que la muerte se dio por causas naturales“, indicó el organismo en un comunicado.

Confirman la muerte del ‘hombre más solo del mundo’
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“Adornado con plumas”

El deceso del hombre ocurrió el 23 de agosto, pero fue revelado el pasado fin de semana por la agencia brasileña especializada en el estudio de poblaciones originarias. “No hubo señales de violencia o lucha“, mencionaron desde Funai.

Además, precisaron que no hallaron evidencia de la presencia de otras personas en el lugar donde encontraron el cuerpo del hombre ni marcas en la vegetación o en los caminos, lo que dio el parámetro de que el hombre no fue atacado.

Cuando lo encontraron, su cadáver estaba en estado de descomposición y adornado con plumas de colores brillantes, por lo que las autoridades creen que se había preparado para su muerte. No obstante, será sometido a una autopsia para confirmar las causas de su deceso.

La historia del “hombre más solo del mundo”

Las autoridades presumen que el hombre estuvo 26 años recorriendo solo la floresta, después de que su pueblo -que probablemente ya era pequeño- sucumbiese a las incursiones de hacendados y explotadores de madera a mediados de los años noventa. A pesar de que se desconoce su edad exacta, se estima que tenía 60 años.

La Tierra Indígena Tanaru, en el estado de Rondonia lindante a Bolivia, es una isla de selva en medio de enormes haciendas de ganado. Se trata de una de las regiones más peligrosas de Brasil, ya que atrae las actividades ilegales de minería y deforestación, explicó la ONG Survival, y se estima que los pueblos originarios que habitaban la zona fueron arrasados.

Con su muerte, el genocidio de ese pueblo indígena está completo“, dijo Fiona Watson, directora de investigación de Survival, quien visitó el territorio Tanaru en 2004.

Fue realmente un genocidio, la eliminación deliberada de un pueblo entero por ganaderos hambrientos de tierra y riqueza”, afirmó.

Según el censo de 2010, más de 800.000 personas declaraban ser indígenas en Brasil, país que actualmente tiene más de 212 millones de habitantes. Más de la mitad viven en la Amazonía y muchos de ellos están amenazados por la explotación ilegal y a gran escala de los recursos naturales de los que dependen para sobrevivir.