El pasado 4 de abril, en el Hospital Clínic de Barcelona, España, se llevó a cabo el segundo trasplante de útero en el mundo. En este caso, fue una mujer quien le donó el órgano a su hija, ya que esta no podía concebir descendencia.

Un año y medio antes, el centro barcelonés se convirtió en el primero de España en llevar a cabo este tipo de intervenciones. En este caso, la cirugía duró 18 horas e introdujo algunas modificaciones respecto al primer procedimiento.

La operación inicial, que se hizo en octubre de 2020, no le ha permitido a la destinataria lograr un embarazo viable.

La receptora actual del útero, Maira Montes, relató a EFE que sabía desde hace años que no podía tener hijos, pero lo había asumido con resignación. Sin embargo, su pareja la hizo cambiar de decisión y replantearse la maternidad.

“Él me dijo que no, que no pasaba nada, que eso no era importante […] en el 2017 él se fue de misión al Líbano y allí se dio cuenta de que sí quería tener hijos, que los dos fuéramos padres”, explicó.

Investigando métodos para lograr un embarazo, encontraron un caso anterior de trasplante exitoso en Suecia. “Me emocionaba mucho, pero siempre como conteniéndolo”, reconoció Montes.

mujer dona útero a su hija
EFE

El trasplante de útero de madre a hija

El 12 de abril, Maira fue dada de alta de la clínica. “El 22 de mayo tuve mi regla por primera vez (desde la intervención) y fue un poco impactante. En teoría, después de 6 meses se hará la transferencia del primer embrión”, relató.

Marilene González fue quien cedió el órgano a su hija, y comentó que inicialmente pensaron en que fuera la hermana quien le donara el útero. “Dije yo ‘no, ella está todavía muy joven’. Y lo hago yo si es que se puede”, reconoció.

“Le pido mucho a Dios que bendiga las manos de esos médicos, tanto para nosotras como para las futuras chicas que puedan hacer el proceso que está viviendo mi hija”, añadió emocionada.

Los médicos a cargo del procedimiento, Antonio Alcaraz, jefe de urología de la clínica, y Francisco Carmona, jefe de ginecología, explicaron que la cirugía necesitó de siete profesionales debido a la dificultad técnica.