Un macabro crimen azotó a Chiloé, luego que el 24 de septiembre de 1997, Rubén Millatureo Vargas, conocido en ese entonces como ‘Rubencito’, cometiera un brutal homicidio que lo llevó a convertirse en el temido Chacal de Queilen.

El sujeto de 35 años, quien trabajaba en una pesquera local, tenía un carácter afable, pero todo cambió tras el deceso de su madre, con quien mantenía una estrecha relación.

Según recordó La Cuarta, su semblante se volvió lúgubre y tenebroso, el cual reafirmó al quitarle la vida a su padre, quien era un violento hombre que maltrataba a su esposa.

Durante aquella jornada, y tras discutir con su progenitor en el comedor, el joven lo atacó con un hacha por la espalda, para luego descuartizarlo y enterrarlo bajo el piso de una leñera cubierta con ajos.

Producto de la sorpresiva desaparición del adulto mayor, cercanos del difunto comenzaron a sospechar de ‘Rubencito’, por lo que Carabineros registró su hogar, en donde no se halló rastros de algún delito.

En conversación con Carlos Pinto en Mea Culpa en 1999, el cabo Armando Silva, entregó detalles del procedimiento que lideró.

“De la manera que se dirigía a nosotros, cada vez que efectuamos una diligencia, convencía con su relato de que era inminente la llegada de su señor padre, que lo echaba mucho de menos y lo que más hacía era ‘encargarlo’, que por favor se lo buscaran”.

Entonces era muy difícil poder determinar algún tipo de responsabilidad hacia su persona“, afirmó el funcionario.

Los siguientes ataques del Chacal de Queilen

Después de zafar de las autoridades, Millatureo Vargas continuó con sus fechorías, esta vez el 13 de diciembre de 1997, tras asesinar y luego enterrar el cuerpo de Claudio Reyes Sandoval (36).

Todo se originó luego que la víctima, quien era un vendedor viajero, acudió hasta el hogar de Rubén, esto con el objetivo de cobrarle unos cuadros que le había vendido, deuda que correspondía a 6 mil pesos.

Esto generó una tensa discusión entre ambos, la cual concluyó con la muerte del comerciante, quien terminó en la misma leñera en que el antisocial ocultó a su padre.

El último crimen del Chacal de Queilen fue el de María Formantel Macías (26), amiga de la infancia, y con quien trabajaba en su misma empresa.

La mujer portaba una cuantiosa suma de dinero, correspondiente a los sueldos de los trabajadores de la pesquera, lo que Millatauro sabía. Por eso, la invitó a tomar té a su casa.

Tras acceder a la petición, producto de la confianza que le tenía, en el inmueble, Roberto procedió a asesinar y violar a la joven, dejando su cuerpo sobre la cama para ir a su trabajo en Chiloé, el cual fue hallado por la familia de María Formantel Macías posteriormente.

Una sorpresiva condena

Luego del descubrimiento, Carabineros detuvo a Ruben horas después, siendo condenado a la pena de muerte por el juez Francisco Javier del Campo.

Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Puerto Montt rebajó la condena a presidio perpetuo, la cual fue rectificada por la Corte Suprema, consignó La Tercera.

Finalmente, y tras pasar 20 años en prisión, el 2 de mayo de 2018, Rubén Millatureo Vargas obtuvo la libertad condicional, causando el temor de los vecinos de Quelien.

Según indicó Chilevisión Noticias, en el presente ‘Rubencito’ se encuentra radicado en la región de Los Lagos.