La historia de Amerie Jo Garza, la niña de diez años que murió mientras llamaba al 911 durante el tiroteo masivo en Texas, conmovió al mundo. “Murió como una heroína”, dijo su abuela.

El tirador de Texas irrumpió en el aula de cuarto grado de la escuela Robb Elementary en la ciudad de Uvalde. Allí se encontraba Amerie Jo, una extrovertida y alegre pequeña de diez años.

Al notar la amenaza, la menor de edad, quien tenía su celular en mano, en un acto reflejo, llamó al 911 para alertar a las autoridades.

En una fracción de segundo, el sujeto la vio y abrió fuego, provocando su muerte al instante. “En lugar de agarrarlo y romperlo o quitárselo, él le disparó. Estaba sentada justo al lado de su mejor amiga. Su mejor amiga estaba cubierta de su sangre”, relató la abuela de la víctima, Berlinda Irene Arreola, a Daily Beast.

“Mi nieta fue asesinada a tiros por tratar de llamar al 911, murió como una heroína tratando de obtener ayuda para ella y sus compañeros de clase”, destacó la mujer, quien dijo atesorar la última foto de la nena, tomada esa mañana tras ser premiada en la institución como “estudiante destacada”.

En la imagen se la ve a Amerie sonriente, llena de orgullo, portando el certificado escolar.

“Ella era súper extrovertida. Tenía un corazón generoso. Siempre estaba allí para darle una mano a cualquiera. Ella era la favorita de su maestro. Acababa de recibir su premio hoy. Era muy inteligente y estaba ansiosa por hacer una vida por sí misma”, destacó la mujer, conmovida.

Amerie Jo fue una de las 21 víctimas de Salvador Ramos, que según el Departamento de Seguridad Pública se atrincheró en el aula de cuarto grado y disparó a “cualquier cosa que se interpusiera en su camino“.

Los 19 niños y docentes asesinados en el tiroteo masivo en Texas el martes, estaban en la misma aula cuando el adolescente armado abrió fuego con un AR-15 que compró legalmente al cumplir los 18 años.

La espera de la familia Garza y el peor final tras el tiroteo en Texas

Cuando la noticia de la tragedia inundó los medios estadounidenses e internacionales, durante varias horas la familia Garza no logró dar con el paradero de su pequeña hija, quien había cumplido su décimo cumpleaños a mediados de mayo. Mucho menos sabían del heroico rol que cumplió durante la masacre.

Las horas pasaban y las víctimas se acumulaban, provocando una desesperación en la familia, que durante siete horas no tuvo noticias de su hija.

“No pido mucho o casi no posteo aquí, pero por favor, ya han pasado siete horas y todavía no tengo noticias de mi amor”, había publicado en sus redes sociales Ángel Garza, el papa de Amerie Jo, junto con una foto en la que abrazaba a su hija.

Finalmente, por la noche la familia se topó con el peor desenlace. Desde Facebook, Ángel comunicó la noticia y agradeció a la comunidad que los apoyó durante el peor momento de sus vidas.

Gracias a todos por sus oraciones y por ayudarme a encontrar a mi bebé“, publicó el hombre horas más tarde, y quien agregó: “Mi amorcito ahora vuela alto con los ángeles allá arriba. Te amo, Amerie Jo. Cuida a tu hermanito por mí”.