Robert Durst, heredero de una de las familias más millonarias de Nueva York por sus negocios en el ámbito inmobiliario, protagonizó unos macabros asesinatos que llegaron a la pantalla gracias a la serie documental de HBO The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst, dirigida por Andrew Jarecki, la cual finalmente se convirtió en su condena.
El empresario acaparó los titulares en 1982, luego que a su primera esposa, Kathleen McCormack, se le perdiera el rastro misteriosamente.
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Pese a la incansable búsqueda de las autoridades, el cuerpo de la víctima jamás se encontró, lo cual generó las sospechas de su familia, quienes acusaban a Durst de ser el responsable.
Según detalló Independent en Español, el magnate tenía un carácter agresivo después que su pareja manifestara su deseo de separarse, actuando violentamente hacia ella y causándole la muerte.
Sin embargo, este no fue el único crimen que realizó Robert Durst, ya que posteriormente cometió otros brutales asesinatos.
La familia de Kathleen no se quedó con los brazos cruzados, puesto que su cuerpo jamás fue encontrado. Por ese motivo, durante largos años exigió que el empresario revelara la verdad.
Una incansable búsqueda de la verdad
En 2000 la policía reabrió el caso, luego que Susan Berman, la mejor amiga en aquel entonces de Durst y quien tenía conocimiento del crimen de la mujer, fue hallada muerta con un disparo en la cabeza.
Su tercera víctima fue su vecino Morris Black, quien fue desmembrado tras fallecer a manos del magnate, esto porque presumiblemente descubrió su identidad.
No obstante, Robert fue absuelto por las autoridades, ya que aseguró que actuó en defensa propia.
Un revelador documental
Pero todo cambió para la vida del empresario en 2015, con la emisión del último capítulo de The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst.
En dicho episodio, el acaudalado hombre expresó “¿qué demonios hice? Los maté a todos, por supuesto“, aparentemente sin percatarse de que un micrófono en su ropa continuaba encendido mientras él hacía una pausa en la grabación.
Esta declaración lo llevó a que fuera arrestado por el homicidio de Berman, según consignó DW.
Finalmente, en enero de 2022, el millonario murió a los 78 años, a tan solo tres meses de ser condenado a cadena perpetua, informó EFE.
Su abogado Chip Lewis detalló que el hombre perdió la vida debido a un paro cardiorrespiratorio, mientras se encontraba hospitalizado en California.
Durst ya había tenido problemas de salud, ya que en octubre pasado tuvo que ser internado tras dar positivo de COVID-19, luego de dos días de ser condenado.
