El 11 de abril de 2007, la comunidad de Pleasant Grove, Utah, Estados Unidos, se sorprendió con la muerte de Michele Marie Somers, la cual escondía un macabro secreto.

Todo comenzó como una romántica historia, donde la víctima conoció a Martin MacNeill en una reunión de jóvenes, en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días.

Pese a la oposición de sus padres, la pareja se fugó de sus respectivas casas para casarse en secreto el 21 de febrero de 1978, cuando ella tenía 21 años y él 22.

Tras la boda, ambos formaron una numerosa familia, teniendo 4 hijos biológicos y 4 adoptados. Los menores de edad fueron criados sin problemas económicos, ya que Martin se desempeñaba como médico osteópata.

El macabro asesinato en Estados Unidos
Clarín

El comienzo de una historia de terror

Sin embargo, pese a su imagen de padre y marido ideal, MacNeill ocultaba sórdidos secretos, teniendo amantes y una patológica obsesión por ver pornografía, consignó el diario electrónico Clarín.

Incluso, en varias oportunidades fue sorprendido siéndole infiel a su esposa, quien lo perdonaba imaginando que las cosas iban a cambiar.

En una de sus últimas aventuras, la cual también fue descubierta, Martin le sugirió a su pareja que cambiara su apariencia con intervenciones estéticas, para verse más joven, y así evitar que él mirara a otras mujeres.

Dicha petición fue aceptada con cierto recelo por Michele, mientras su esposo, al ser médico, se encargó de realizar todas las averiguaciones necesarias, recomendándole al cirujano un cóctel de fuertes medicinas para el postoperatorio, entre ellos Valium y Oxicodona.

Luego de ser dada de alta del lifting, una de sus hijas, quien estudiaba medicina, la cuidó para evitar cualquier complicación.

“Fue casi un homicidio perfecto”

Pero todo cambió el 11 de abril de 2007, ya que la mujer fue hallada sin vida dentro de la bañera. Según concluyó la autopsia, Michele falleció producto de un paro cardíaco.

Aquel deceso provocó enormes suspicacias por parte de algunos de los hijos de la pareja, quienes sospecharon que Martin sería el responsable, generando que la Oficina del Fiscal del Condado de Utah iniciara la investigación del caso.

Tras una serie de indagaciones, en octubre de 2013 comenzó el juicio por la muerte de Michele, en donde hijos y examantes de Martin declararon en su contra.

Fue casi un homicidio perfecto. Colmó (a la víctima) de sustancias“, expresó el fiscal Chad Grunander, según detalló el diario electrónico Infobae.

Finalmente, y tras un extenso juicio, el jurado encontró culpable de homicidio a MacNeill, quien fue sentenciado a 17 años de prisión.

Dicha condena no fue cumplida por Martin, quien en abril de 2017 se quitó la vida al interior de la cárcel, apesadumbrado por la culpa y sus pecados.