David Guerrero Guevara es un niño de 13 años, oriundo de Málaga, España, que desapareció misteriosamente el 6 de abril de 1987, poco después de salir de su casa.
Aquella tarde caminó hasta una parada de buses para ir a la galería de arte La Maison, donde lo esperaban para entrevistarlo.
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En ese momento, el ‘niño pintor’, como era conocido, ya había llamado la atención de los medios de comunicación por su talento con el pincel.
Su obra titulada El Cristo de la Buena Madre lo instalaba como una de las mayores promesas de las artes plásticas hispanas.
“El arte era su manera natural de vivir. Lo hacía puramente por el placer que le proporcionaba”, declaró a EFE Raúl, su hermano menor, quien resaltó que “alcanzó niveles de seguridad y destreza técnica que resultan raros en estudiantes adultos”.
Cuando se reconstruyeron sus movimientos por primera vez, los policías llegaron a la conclusión de que había desaparecido en el trayecto de 250 metros que separaban su casa con el paradero de buses.
Muerte de David
El padre de David murió en octubre de 2015 y la familia se enfrentó a un nuevo problema: para poder hacer la sucesión de bienes, David debía estar presente, si no lo hacía, era necesario declararlo legalmente muerto.
De acuerdo a El País, comparecieron ante la justicia y lograron la declaración de su fallecimiento en septiembre de 2016.
Su madre, Antonia, explicó en ese momento que “es un simple trámite legal para que podamos seguir adelante. No quiero decir que no sigamos esperando el regreso de David”.
Misteriosas pistas
Tras la denuncia de los padres, las primeras investigaciones policiales se dirigieron a los contactos que el niño tuvo en el mundo del arte, donde David comenzaba a ser considerado un genio. Sin embargo, no hubo resultados.
La pista más verosímil apareció en 1990, cuando su amiga, Gema Calderón, recordó que días antes de su desaparición, David le había regalado el dibujo de un hombre mayor, de nariz aguileña. “Es un suizo que conocí”, le dijo al dárselo.
Los padres de la niña entregaron el dibujo a la policía y empezó la búsqueda de algún ciudadano suizo que se hubiera alojado en hoteles de Málaga para esa fecha.
Según Infobae, descubrieron el nombre de un turista que, de acuerdo a una camarera, era parecido al personaje dibujado en la caricatura.
La mujer también dijo que mientras limpiaba su habitación, había encontrado una servilleta de papel donde estaba escrito: “David Guerrero. Huelin”, es decir, el nombre del niño y su barrio de origen. Sin embargo, tiempo después se constató que el hombre estaba muerto.
El caso volvió a abrirse en 2020, a raíz de la aparición de una nueva pista: aquella caricatura que debía estar en los archivos policiales, de manera inexplicable fue a parar al buzón de la casa de Gema.
Interpol consideró la desaparición del pequeño, que ahora tendría 47 años, como una de las más desconcertantes de la historia. Su familia, en tanto, aún no pierde las esperanzas de encontrarlo con vida.
