La mañana del 27 de julio de 1981, Revé Walsh fue junto a su hijo Adam, de seis años, a un conocido centro comercial de Hollywood, en el estado de Florida, Estados Unidos.
Mientras era atendida por uno de los vendedores del local Sears, la madre permitió que su hijo se alejara algunos metros para mirar a un grupo de jóvenes que jugaba videojuegos.
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La mujer volvió a buscar al niño minutos después, pero no lo encontró. Luego, se enteró de que uno de los guardias le había pedido a los jóvenes abandonar el lugar por desórdenes, por lo que se cree que Adam salió con ellos.
Tras quedarse solo a las afueras del centro comercial, el pequeño fue secuestrado y nunca más se supo de él hasta su terrible hallazgo, según consignó el medio local NBC 6.
La noticia de su desaparición se volvió prioridad para los medios de comunicación de Florida, los cuales se lanzaron en una campaña para conseguir pistas que permitieran dar con su paradero.
Macabro hallazgo
Pese a los esfuerzos de las autoridades y cientos de voluntarios que se sumaron a la búsqueda, ninguno dio resultados.
Catorce días después de su desaparición, el 10 de agosto, el detective Ralph Latimer y su compañero de equipo encontraron una cabeza decapitada en un canal de drenaje en Vero Beach, a unos 190 kilómetros de donde Adam fue visto por última vez.
Lamentablemente para las esperanzas de la familia, al poco tiempo se confirmó que la cabeza hallada pertenecía al menor de edad que era intensamente buscado, informó The Sun.
Se dictaminó que la causa de muerte fue asfixia y se logró comprobar que su deceso habría ocurrido varios días antes. El resto del cuerpo, en tanto, nunca pudo ser encontrado.
Su padre de convirtió en héroe
Sus padres se mantuvieron unidos en la cruzada por defender los derechos de los niños y levantar la alerta sobre los menores de edad desaparecidos y explotados.
En ese sentido, en 1983 se estrenó el filme Adam, basado en el secuestro y posterior asesinato del pequeño, donde se muestra la lucha de su familia por encontrarlo.
De acuerdo a Infobae, uno de los puntos altos de su cruzada llegó en 1988, cuando John, padre de Adam, estrenó el programa America’s Most Wanted, que tenía por objetivo atrapar a los asesinos más buscados de Estados Unidos.
El espacio se transmitió ininterrumpidamente por 23 años y contribuyó a la captura de más de mil fugitivos, convirtiendo a John en un referente para familias que buscan a sus seres queridos.
Finalmente, en 2008, 27 años después del crimen, la policía reveló el nombre del asesino: se trataba de Ottis Toole, un vagabundo que había muerto de cirrosis en 1996.
