Los últimos días se han conocido brutales casos de bullying escolar, lo que genera preguntas en los padres ante el cuidado de sus hijos.

Videos de golpizas a estudiantes y el caso de crueles mensajes enviados a la hija de Américo, son solo algunos de los hechos que se han hecho públicos.

Justamente, el cantante confesó hace unos días que su hija le dijo que sentía miedo tras los ataques recibidos.

Él respondió que estaba bien sentirse así: “Le dije que es muy humano (…) De chico me pasaba, ‘los niños no tienen que sentir miedo, no lloran’. Las emociones hay que vivirlas, no reprimirlas”.

¿Está bien tener este tipo de conversaciones con nuestros hijos, cuando nos confiesan que son víctimas de bullying escolar? Especialistas entregaron a Página 7 la respuesta.

La psicóloga infantojuvenil de la Clínica Santa María, Jennifer Conejero, señala que lo más importante es dar contención, tranquilidad y seguridad al niño.

“Si los padres se desesperan y las niñas y niños lo ven, se angustian más, porque podrían creer que los padres no pueden protegerlos”, partió señalando la psicóloga.

“Lo más importante es creerle y no minimizar su dolor, escuchar atentamente lo que les sucede, cuándo y con quién ha ocurrido. No culparlo por lo sucedido. Decirle que se realizarán acciones para que esto no ocurra más”, agregó.

Karina Navarro, psicóloga infantil de Vidaintegra, señala que muchas veces los padres justifican lo que pasa, porque ‘son cosas que ocurren entre niños y jóvenes’, hasta el nivel de normalizar el hecho.

“‘Yo cuando niño me agarraba a combos’, como que surgen esos discursos, entonces los menores de edad se quedan callados”, explicó.

Luego de lograr contener a nuestro hijo o hija, es importante contactarse con el profesor jefe, inspectores o directivos del establecimiento educacional para hablar de la situación e identificar al agresor.

Por normativa ministerial todos los colegios deben tener un protocolo establecido, por tanto, hay que pedir que se ejecute

¿A qué patrones debemos estar atentos por el bullying escolar?

Si bien los padres pueden recibir la noticia de parte del menor de edad sobre ser víctimas de bullying escolar, hay ciertas señales que se pueden identificar desde antes.

“Inmediatamente los papás en casa van a ver cambios en los estados de ánimo, va a estar más introvertido o comprometida la motivación para todo, para ir al colegio o a las juntas”, explica Navarro.

La más reconocible es la negativa de ir al colegio, ya que buscará no exponerse a más situaciones de violencia.

Sobre estas señales, la psicóloga Jennifer Conejero advierte que aparecerá “el ‘dolor de guatita’, ‘dolor de cabeza’, que deben ser descartados por un médico y, si aparece que es de origen psicológico, investigar qué está sucediendo con el mismo afectado, amigos o apoderados cercanos”.

Pero junto con hablar con los menores de edad y con los respectivos directores de colegios, ¿qué pasará en el futuro? ¿qué pasa si nuevamente aparece el fantasma del bullying?

Ahí nuevamente los padres juegan un rol fundamental, ya que deben preparar a sus hijos si es que llegan a enfrentar una situación similar en el futuro.

“Al dar la confianza al niño, niña o adolescente, debería ser más fácil intervenir. Nuevamente hay que proteger, trabajar en la confianza, etc., pero además, evaluar qué no funcionó en la intervención anterior”, explicó Conejero.

Por su parte, la psicóloga infantil, Karina Navarro, explica que también hay que tener atención con el actuar del niño o niña que es víctima, ya que puede convertirse en la persona que haga bullying.

“Hay que tener ojo, porque si pasa que ‘recibí tanto bullying y nadie me ayudó, que me dolió y me afectó, lo haré yo ahora’. Además cuando se es hostigado, puede quedar ese temor, entonces se transforma en una persona insegura, depresiva, con falta de confianza en sí mismo, pueden aparecer otros síntomas”, sentenció.

Por lo mismo, lo más importante es respaldar al menor de edad afectado, y darle apoyo y contención desde el primer minuto.