Con el transcurso de los años, los denominados cánones de belleza han ido quedando obsoletos, priorizando la naturalidad de las personas y destacándolas por otros atributos.

Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad Cristiana de Texas, y publicado en la revista científica The Royal Society, parece concluir que “la belleza física” estaría directamente relacionada con un sistema inmunitario más fuerte.

“Los resultados revelaron relaciones múltiples, a veces diferenciadas por sexo, entre la función inmunológica de los objetivos y las percepciones de los demás sobre su atractivo“, detalla la investigación.

Como era de esperarse, la metodología del estudio, la cual estuvo basada en un aspecto estético, no estuvo exenta de polémica. Por ese motivo, los expertos llamaron a tomarse los resultados con mucha cautela.

En concreto, los investigadores seleccionaron a 79 mujeres y 80 hombres de la Universidad Cristiana de Texas y los fotografiaron mirando al frente, con una “expresión neutral”. Asimismo, les hicieron un análisis de sangre.

De ese modo, se le pidió a 492 personas que calificaran las imágenes según su atractivo físico. Posteriormente, los investigadores cotejaron esas observaciones con los análisis de sangre.

Según los principales resultados, los parámetros coinciden en que aquellos que tenían rasgos “más bellos”, presentaban también un mejor sistema inmunitario.

“Los resultados de la investigación actual sugieren que el atractivo facial puede proporcionar información sobre la función inmunológica, particularmente en lo que se refiere a la capacidad de combatir de manera eficiente las amenazas bacterianas“, sostienen los hallazgos.

Examen de sangre
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Sistema inmunológico y belleza

Para medir la función inmunológica en la sangre, se incluyó un análisis de la fagocitosis (eliminación de patógenos), la lisis celular (rotura de células que provoca la salida de material biológico) y la proliferación (crecimiento y la multiplicación celular).

Específicamente, se consideraron las células encargadas de eliminar los cuerpos extraños que atacan al cuerpo, como monocitos, macrófagos, células dendríticas y neutrófilos.

“Los resultados revelaron que los objetivos atractivos (en comparación con los objetivos menos atractivos) tenían tasas más altas de fagocitosis y un menor crecimiento bacteriano en plasma, lo que indica que el atractivo puede estar relacionado con la inmunidad antibacteriana“, añaden.

Con respecto a los parámetros de “belleza”, los participantes destacaron características bastante obsoletas, como “piel clara, pómulos prominentes, ojos brillantes y labios carnosos”. También se optó por personas con “simetría facial”.

Cabe señalar que los resultados todavía son parciales, y los responsables del estudio indican que ahora comienza un período de análisis más profundo para descubrir las causas que explicarían esta relación.