Un grupo de vecinos de un edificio residencial en Londres se quejaban desde 2019 por el olor a “carne podrida” que provenía del tercer piso, pero desde un principio les explicaron que tenía que ver con los desagües. No era así.
Las quejas comenzaron hace tres años, pero recién hace pocos días la policía finalmente irrumpió en el departamento desde donde presuntamente provenía el mal olor, encontrándose una macabra escena.
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En el sofá del living encontraron los restos óseos de Sheila Seleoane, de 61 años, quien yacía muerta hace cerca de tres años.
Ayesha Smith, madre de cuatro hijos y una de las vecinas del inmueble, indicó que “me puse en contacto con la asociación de vivienda al menos 50 veces para quejarme. Siempre decían que alguien saldría pero nunca se hizo nada”, dio su testimonio al Daily Mail.
“Entonces vino la policía y derribaron la puerta. Dijeron que habían encontrado un esqueleto en el sofá. Fue tan aterrador la forma en que entraron. Mi hijo dijo que se congeló”, agregó la mujer.
“Nadie nos escuchó”
Asimismo, la vecina reclamó que “lo que ha pasado es horrible. Todos los inquilinos lo denunciamos una y otra vez, pero nadie nos escuchó. Luego, cuando ocurrió la pandemia, estuvimos llamando constantemente durante todo el encierro, pero dijeron que nadie saldría porque no era una emergencia”.
También acusó que el olor que provenía del departamento la enfermó cuando estaba embarazada y le provocó fuertes dolores de cabeza a su hijo de 11 años.
Por su parte, Lola Johson, afirmó que “parece increíble que la dejen así por más de dos años (…) pero así son las cosas ahora. Parece que a nadie le importa”, aseguró, mientra que otra mujer, que no quiso ser identificada, afirmó que el olor era “repugnante. Estoy sorprendida”.
Por último, respecto a cómo era Seleoane, sus vecinas sostuvieron que “era una mujer muy tranquila y encantadora. Siempre fue amable preguntando por los niños, pero parecía muy sola”.
