La semana pasada, medios trasandinos informaron de un macabro hallazgo ocurrido en Corrientes, y que se dio gracias a la advertencia de los vecinos del barrio, quienes reportaron un olor putrefacto que salía de una de las viviendas.

La policía se apersonó en el lugar y siguió el hedor hasta una casa que, en su interior, escondía el cadáver de una mujer en avanzado estado de descomposición.

Su muerte se habría dado por la fuerte ola de calor que azotó al país los primeros días de enero, y la víctima sería Norma Traversaro, de entre 50 y 60 años de edad.

Pero ese no era el único origen del mal olor, ya que según consignó el sitio Crónica, junto al primer cuerpo había un esqueleto seco, que tenía al menos dos años de antigüedad, tendido sobre una cama.

Testimonios de los cercanos indican que se trataría de la madre de Norma, pues vivían juntas.

Investigación

Ante el macabro escenario, personal de peritajes realizó tareas en el lugar y examinó el cuerpo, pero los análisis superficiales no lograron determinar la causa de muerte de la mujer mayor.

Por otro lado, no se detectaron lesiones compatibles con arma blanca o heridas de bala, así que la causa fue caratulada como “averiguación de causales de muerte” mientras autoridades locales esperan los resultados de la autopsia que se realizó el lunes.

La policía ahora intenta ubicar a algún familiar de las dos fallecidas, mientras el Instituto Médico Forense trata de dar respuesta al misterioso caso.