El 25 de octubre de 2013 Ángela Sartin-Hartung cruzaba una calle en Nueva York, cuando fue atropellada por un automóvil. La mujer, que actualmente tiene 59 años, fue puesta en coma inducido durante un mes.

Cuando despertó su vida cambió rotundamente: los últimos 15 años de recuerdos desaparecieron de su memoria.

“Traté desesperadamente de entender lo que me estaba pasando. Me dije ‘tengo 36 años. Estoy casada con John y soy madre de un niño de dos y otro de ocho años”, recordó Ángela, de acuerdo a The Sun.

Una de las primeras cosas que recuerda tras despertar del coma fue el rostro amable de un hombre junto a su cama, el cual pensó se trataba de alguien del equipo médico.

Pero no. Ese extraño era Jeff, su segundo esposo, y a quien ahora no recordaba. Y no solo eso, ya que Ángela no tenía 36 años, su edad al momento de sufrir el grave accidente, sino 51, y sus hijos 17 y 23.

“Mi pequeña hija Abigail de repente tenía 17 años y mi hijo Phillip ahora 23, un hombre. Era imposible de entender”, expresó la mujer al citado medio.

“A pesar de todo, seguí preguntando por mi esposo John. El hombre del que me enamoré en la universidad y con el que me casé en 1985. Cuando me enteré de que había muerto 15 años antes, en 1998, el dolor me golpeó. Nada tenía sentido”, añadió a su relato.

Por si fuera poco, recibió otro duro golpe: su padre también había muerto y por supuesto no recordaba que ella misma organizó su funeral en 2010.

Relación con Jeff

Respecto al extraño hombre de rostro amable, con el cual estaba casada hace 12 años, Ángela contó que “mi cabeza me dijo que se trataba de un extraño, pero mi corazón me dijo que podía confiar en él“.

“No tenía idea de quiénes eran. No tenía ni un solo recuerdo de ellos”, acotó sobre su familia, algo que se tornó aún más raro, cuando le dieron el alta y volvió a su casa, la misma en la que vivió con John y que encontró totalmente cambiada.

matrimonio Ángela y Jeff
Angela Sartin-Hartung

Imagínate entrar a la casa que dejaste esta mañana y ver que todo cambió. Puedes ver esa silla que conoces y la mesa que reconoces, pero de repente están todas en el lugar equivocado. Las paredes están pintadas de diferentes colores, hay fotos que no reconoces con personas que no conoces. Mi cabeza dio vueltas”, explicó.

Ángela cuenta que dormir con un “extraño” en la misma cama no le significó problema, pero al despertar esperaba ver a John y no a Jeff junto a ella.

“Cuando recordé que no, que había muerto, la pena me golpeó de nuevo”, aseguró, por lo que Jeff se convirtió en un verdadero pilar.

“Amar a Ángela significaba aceptar eso. Ella no había tenido años para llorar su pérdida. En la mente de Ángela, su esposo acababa de morir“, indicó Jeff al medio británico.

Volvieron a comprometerse

Cabe señalar que a los médicos le advirtieron al esposo que en la mayoría de casos de lesiones cerebrales, el matrimonio se acababa, porque era algo demasiado complejo, para que una relación se sostuviera, algo a lo que se opuso.

Me negué a aceptar eso. Pase lo que pase después, yo estaría allí para Ángela, como siempre lo había hecho”, se juramentó. Y cumplió. Al final terminó reconquistándola.

Angela y Jeff
Angela Sartin-Hartung

“Pensaba ‘¿quién hace esto por su esposa?’. Muchos hombres simplemente se irían o se enterrarían en el trabajo o en sus pasatiempos. Jeff nunca hizo eso. Y a medida que los meses se convirtieron en años, me enamoré“, comentó Ángela.

Finalmente, en junio de 2018, la pareja se paró en Central Park, Nueva York y se volvió a comprometer. “Decirle mis votos a este hombre que me hizo sentir segura y querida, que nunca había vacilado, fue lo más fácil del mundo”, sentenció.