El 8 de octubre de 2011, la comunidad de Las Quemadillas de Córdoba, España, quedó marcada por un crimen que dio la vuelta al mundo.

Identificado como José Bretón, de 42 años, asesinó a sus hijos Ruth y José, de 6 y 2 años respectivamente.

Con un plan construido meticulosamente, el hombre llamó en dicho día a los servicios de emergencia para denunciar que sus retoños habían desaparecido en la Ciudad de los Niños de Córdoba.

Una sospechosa desaparición

Sin embargo, aquel relato inmediatamente comenzó a generar sospechas debido a los huecos que tenía la narración, las cuales finalmente fueron confirmadas.

Tras las pesquisas realizadas esa misma noche en la propiedad de Bretón, se encontraron restos óseos junto a una hoguera apagada, los cuales inicialmente afirmó la policía era de origen animal, aunque igualmente generó dudas de parte de los detectives.

El hecho comenzó a acaparar las primeras planas de los medios de comunicación internacionales, mientras el asesino mantenía la versión de la desaparición.

Por su parte, la incansable búsqueda en la casa de la familia de los niños causaba más dudas que respuestas, la cual acabó en julio de 2012, cuando el forense Francisco Etxeberría determinó que los supuestos restos de animales eran realmente de los niños perdidos.

José Bretón es declarado culpable

Inmediatamente, el tribunal imputó al padre de dos delitos de asesinato, en un juicio que se efectuó un año después en la Audiencia Provincial de Córdoba.

Finalmente, el sujeto fue declarado culpable de matar a sus dos hijos y quemarlos en una hoguera tras haberlos sedado previamente, esto con el objetivo de infligir el máximo daño posible a su esposa Ruth, quien era víctima de maltrato psicológico y físico de parte de su marido.

Según indicó Infobae, el hombre cometió tan macabro delito movido por la venganza, ya que no podía tolerar que la mujer deseara abandonarlo, por eso planificó la muerte de los niños y su posterior desaparición, para así hacerla sentir un inimaginable dolor por no poder encontrarlos.

“Me arrepentí”

Actualmente, José Bretón cumple condena desde 2016 en la prisión de Herrera de la Mancha, la cuarta tras pasar por las de Córdoba, Villena (Alicante) y Jaén II, recogió Agencia EFE.

Pese a que públicamente no ha confesado que mató a sus hijos, el individuo se habría sincerado con sus compañeros de cárcel durante una terapia, consignó El Mundo.

“Estoy aquí por haber asesinado a mis hijos, a mi José y mi Ruth. Nada más hacerlo, me arrepentí. Siempre negué el crimen, hasta hace tres años, en que decidí dar el paso y quitarme de encima el peso de tener que mentir. He intentado suicidarme varias veces“, afirmó, según el citado medio.