Jaco Nel es un psiquiatra oriundo de Mánchester, Inglaterra, quien sufrió la pérdida de sus dos piernas, los cinco dedos de una mano y parte de su rostro.

Lo anterior, tras ser infectado por una bacteria que se hallaba en la saliva de su querido perro Harvey, un cocker spaniel.

Todo ocurrió luego de que la mascota le hiciera una herida en su mano con un arañazo, y el animal después lamiera esa lesión, consignó Manchester Evening News.

Como consecuencia, el profesional sufrió una infección que desencadenó en septicemia, una sobrerreacción del sistema inmunológico ante una infección.

Si bien es cierto la afección no le quitó la vida, estuvo “muy cerca de la muerte”, según él mismo contó.

Y es que el hombre pasó cinco días en coma y varios meses internado en el hospital, antes de perder sus miembros y sufrir la desfiguración de su rostro.

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“Tuve un shock”

Nel no se dio cuenta de lo enfermo que estaba porque al sentirse mal, como si tuviera gripe, se fue a dormir hasta el día siguiente.

“Mi pareja vino a casa y me encontró en un estado terrible. Llamó de inmediato a los servicios de emergencia”, dijo a BBC Mundo.

“Al instante se dieron cuenta de que era septicemia y empezaron a tratarme de urgencia ahí mismo”, agregó.

Cuando llegó al hospital el hombre colapsó y perdió el conocimiento. Estuvo en coma en la unidad de cuidados intensivos por cinco días.

Captura | Jaco Nel antes de la infección
Captura | Jaco Nel antes de la infección

“Al despertar tuve un shock al ver que tenía prácticamente el cuerpo entero negro: la cara, las manos, las piernas, debido a los daños en los tejidos causados por la coagulación anormal de la sangre”, relató.

Nel reveló que estaba seguro de que perdería las piernas y los dedos, pero no sabía qué pasaría con su cara.

“Al final perdí la punta de la nariz y mis labios tienen cicatrices, me cuesta hablar y también tengo dificultades para comer, aunque ahora las sobrellevo mejor”, detalló.

El psiquiatra tomó la dura decisión de sacrificar a su querida mascota, para prevenir que pudiera enfermar a otra persona, ya que el perro tenía una infección que no podía curar.

Captura | Harvey tuvo que ser sacrificado
Captura | Harvey tuvo que ser sacrificado

Cabe señalar que el caso de Nel es muy extremo pero real, como el de los 20 millones de personas que sufren septicemia al año en el mundo.