Maggie es una perrita de siete años que fue abandonada en el Líbano, en muy malas condiciones. Estaba atada a una caja, con la oreja cortada, la mandíbula rota y tenía 17 heridas de bala. Además de estar embarazada y ciega.

Sin embargo, la vida le dio una segunda oportunidad. Y es que gracias al trabajo de los voluntarios de Wild at Heart Foundation, una organización benéfica de animales, Maggie encontró una familia.

Alertados por una petición vía redes sociales, miembros de la fundación se encargaron de su rescate y posterior recuperación.

Tras varias cirugías y tratamientos la perrita logró salir adelante, demostrando fortaleza y una gran capacidad de superación, que terminaron por encantar a Kasey Carlin.

La joven voluntaria de 27 años se enteró de su increíble historia en 2018 a través de redes sociales y decidió adoptarla, llevándola a vivir a Brighton, Inglaterra.

Según contó al medio local The Argus, organizó un crowdfunding para poder transportar a la mascota desde el Líbano a Inglaterra, lo que finalmente consiguió gracias a la ayuda de Wild at Heart Foundation.

“Mi madre vio la publicación de Maggie y dijo que teníamos que acogerla. Llegué a casa, vi la foto y acepté”, contó al citado medio.

“Nunca he conocido a un perro así. Ella es simplemente brillante, es tan enérgica. Debe haber estado en agonía con todo lo que ha pasado, nunca lastimó a nadie”, añadió.

Perro de terapia

En junio de 2019 Maggie se convirtió en un perro de terapia, por lo que visita residencias, hospitales y universidades como animal de apoyo, consignó La Vanguardia.

También acompaña a Kasey a charlas motivacionales en las que su historia sirve de ejemplo para educar e inspirar a otros a hacer el bien.

“Ella y yo hablamos en las escuelas y trabajamos con los jóvenes”, escribió en Instagram cuando su mascota recibió el título de perro de terapia registrado.

“Lo que le sucedió fue terrible, pero si su historia puede educar e inspirar a otros a hacer el bien, al menos podemos aportar para que este mundo sea un poco más brillante”, añadió.

Kasey escribió aquello en la propia cuenta de Instagram de Maggie, donde suma casi 500 mil seguidores. Además, a través de sus publicaciones, la joven también aprovecha de defender la adopción de animales.