Fue el pasado 13 de septiembre cuando Julio ‘Pichón’ Montenegro Palacios, uno de los vecinos más queridos del pueblo de Bucalemu, Región de O’Higgins, falleció producto de una trombosis intestinal.

Su muerte a los 65 años provocó un inmenso dolor en la comunidad, no solo por la buena relación que tenía con los habitantes, sino también por su esforzada vida.

“Él fue muy querido acá en Bucalemu, una persona humilde, trabajaba en el campo y en sus ratos libres se dedicaba a atender y reparar cuanto problema tuvieran los vecinos en el barrio. Él fabricaba escobas, bicicletas, hacía hornos, ‘regaloneaba’ a los niños del barrio, todo lo que aprendió fue de manera autodidacta“, indicó Magaly López, viuda de Julio, al Diario El Trabajo.

“Nos dejó una vivienda digna”

Antes de morir, con la ayuda de sus ahorros previsionales el hombre logró sacar a su familia de una media agua, y compró una casa para su esposa y sus dos hijas. “Nos dejó una vivienda digna”, destacó la mujer.

En este contexto, reconoció que el gran gesto que tuvo Julio quedará marcado para siempre en su vida. “Nosotros vivimos por años en una media agua, ahora cuando llegó la pandemia y salieron los pagos del 10%, él sacó esa plata y la guardó, la ahorró, y finalmente compró una casa nueva“, explicó.

“Supe que él le decía a sus amigos: ‘Si con esas platas del 10% logro comprar la casa para mi mujer, podré morir tranquilo’, y bueno, así ocurrió”, agregó Magaly.

Finalmente, la viuda expresó su gratitud ante tal noble gesto y lamentó su partida. “Lástima que no pudo disfrutarla tanto como se lo merecía”, concluyó.