A lo largo de la historia, los perros han demostrado su lealtad incondicional a los seres humanos y han desempeñado trabajos muy valiosos para las personas.

En conflictos bélicos también han apoyado como mensajeros, animales de terapia, rescatistas o espías.

Tal fue el caso de Stubby, un can que pasó de estar en la calle a ser nombrado sargento por su destacada participación en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Al animal, mezcla de pitbull y terrier, le cambió completamente la vida al ser recogido por el soldado estadounidense Robert J. Conroy, informó el Museo Nacional de la Historia Americana.

Todavía cachorro, su dueño se encariñó tanto con él que no quiso dejarlo y lo llevó consigo al campo de entrenamiento.

Durante varios meses, el can fue aprendiendo algunas piruetas que su amigo le enseñó, así como también mostraba sus aptitudes en los entrenamientos militares.

Y es que era tan listo e intuitivo, que apenas tuvo problemas para acostumbrarse a la vida castrense y al estruendo de la artillería pesada.

Gracias a sus actuaciones, se transformó en el perro más condecorado de la Gran Guerra, y el primero en la historia del ejército norteamericano en obtener el rango de sargento.

Captura | Robert J. Conroy junto a Stubby
Captura | Robert J. Conroy junto a Stubby

A la batalla

Pronto las tropas estadounidenses debían desplazarse a la batalla de Chemin des Dames (Camino de las Damas), en Francia, en 1918.

Conroy lo llevó con él y lo ocultó en una bodega. Días después fue descubierto por el oficial al mando, pero lo dejó quedarse debido al saludo militar que le hizo, consignó el sitio History Extra.

No pasó mucho para que Stubby se ganara la confianza de todos. Su primer acierto fue durante un ataque nocturno con gas, cuando comenzó a ladrar y correr por las trincheras para alertar del peligro a sus compañeros.

Gracias a su olfato, muchos soldados de la División 102 de la infantería de Estados Unidos pudieron protegerse a tiempo con sus máscaras de gas y salvar sus vidas.

Semanas después, Stubby siguió mostrando todas sus habilidades en el frente de batalla. Entre otras, su capacidad para encontrar compatriotas heridos entre montones de cadáveres.

Captura
Captura | Stubby en el Instituto Smithsoniano de Washington

El grado de sargento le fue entregado tras localizar a un espía alemán cerca de las posiciones estadounidenses. El can atacó al germano y avisó a sus compañeros, quienes posteriormente lo capturaron.

Cuando acabó la guerra regresó a casa con Conroy y en 1926 falleció. Su cuerpo se encuentra disecado y se exhibe en el Instituto Smithsoniano, en Washignton.