Las reseñas y opiniones de los usuarios en redes sociales, respecto al servicio y atención que brindan los restoranes y establecimientos comerciales son una práctica guía para quienes buscan nuevos lugares.
Sin embargo, dichas calificaciones pueden esconder llamativas historias detrás, como lo dejó en claro la cuenta Soy Camarero y que consignó el sitio Huffington Post.
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Todo se debió a una negativa crítica que dejó un comensal de un local, por lo que calificó un “pésimo” servicio, pero que se alejaba mucho de la realidad.
“Foco de contagios. Fui a desayunar puedo (sic) un café y pan con tomate. Me pusieron un trozo de pan sin tostar, no cortar por la mitad y un tomate entero. Cuando pregunté a la chica me atendió si podía fallar (sic) el tomate me dijo que no, que me había pensado que era eso”, escribió el autor de la reseña en la citada plataforma.
“Me fui sin pagar los tres euros que me pedían por el desayuno. Evidentemente no me comí nada. ¡Horrible!“, fue categórico el usuario, aunque un comentario posterior, dejó en evidencia el verdadero motivo de la ácida crítica.
“Cuando al vecino no le gusta que haya un bar bajo de su casa e intenta joder a base de estas reseñas”, decía el comentario, aunque quien se robó todas la atención y sacó aplausos, fue el propietario del local con su respuesta.
“Gracias vecino, el día que bajes de verdad estás invitado, no hace falta que te vayas sin pagar. Un saludo”, sentenció el dueño del establecimiento.
